ALHAJERO
Buena parte de los gobernadores del país –de los diferentes, aunque se guarden de confesarlo públicamente- están más que incómodos con las decisiones del gobierno federal frente al Coronavirus.
La mayoría de ellos viven el apremio de sus gobernados por tomar medidas más rápidas y severas.
Quien ha tomado la delantera en sus acciones ha sido el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y sigue haciéndolo:
Ayer –luego de acusar la primera muerte por coronavirus en su estado, y la presencia de 45 casos confirmados de Covid-19- el gobernante anunció que pediría al Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) suspender los vuelos provenientes de ciudades o países declarados con cercos sanitarios, como sería el caso de Italia, España y California.
La suspensión de vuelos –su manejo, en general- no está en las atribuciones del gobernador, de ahí que apelará a las atribuciones que tiene el GAP para este tipo de contingencias.
Alfaro anunció asimismo que iniciará de manera masiva la aplicación de pruebas rápidas de detección temprana, tal como lo recomendó la Organización Mundial de la Salud, para saber realmente cuál es la magnitud del problema.
Las medidas anunciadas por el gobernador de Jalisco –así como su petición de suspender vuelos- bien podría ser replicada próximamente por los mandatarios de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas. Alfaro buscará reunirse con todos ellos para emprender acciones conjuntas en la región para enfrentar la pandemia.
Y mientras unos toman la delantera, otros vienen de atrás. Es el caso del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, que ha hecho gala de su disciplina priista, al punto de aguardar a que la jefa del Gobierno de la Ciudad de México anunciara las medidas a tomar (a partir de ayer) en la capital del país, para anunciar las propias –prácticamente iguales- un día después.
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GUAJARDO: EL AISLAMIENTO ES UN LUJO.- El ex secretario de Economía salió ayer a compartir –vía redes sociales- su experiencia como servidor público enfrentando crisis de distinta índole y magnitud. Una voz propositiva y refrescante, a decir verdad, frente al tumulto de miserias e infamias.
Lo primero que tenemos que reconocer, apunta Ildefonso Guajardo, es que el aislamiento es un lujo, “un lujo que la mayoría de los mexicanos no se pueden dar porque viven día con día”.
A partir de ahí –y desde nuestro “privilegiado” aislamiento– el regiomontano menciona una serie de medidas que se podrían tomar para ayudar a quienes nos ofrecen servicios cotidianos –peluqueros, limpia coches, meseros, “cerillos”, boleros- para que la economía, al menos para esta gente, siga fluyendo.
-0-GEMAS:Obsequio del Presidente Andrés Manuel López Obrador: “Ya nada de rescates al estilo del periodo neoliberal que les daban a los bancos, a las grandes empresas. No, que ni estén pensando en que van a haber haber condonaciones de impuestos u otros mecanismos que se usaban antes”.