ENTRE LÍNEAS
Es cierto que la prevención es la mejor manera de evitar una infección viral, junto con el fortalecimiento de las defensas naturales o inducidas de nuestro organismo. La Secretaría de Salud federal está elaborando, de manera continua, modelos de expansión del COVID 19 para prever las medidas más adecuadas para su aislamiento, es un asunto de modelos estadísticos sobre las probabilidades de expansión del virus. Son las matemáticas aplicadas al comportamiento social.
Sin embargo, lo que prevalece en el medio ambiente nacional e internacional es el miedo, un miedo difuso, inasible, que ha llevado a medidas extremas, críticas infundadas o compras de pánico o irracionales como los 300 mil cubrebocas del gobierno queretano. Estas respuestas se podrían entender en la gente común, con una baja escolaridad y escaso conocimiento científico, pero en el liderazgo político son preocupantes por decir lo menos. ¿A dónde van a ir los 300 mil cubrebocas, que no evitan la propagación del virus? Las acciones sin análisis exhiben, antes que nada, déficits importantes en la gobernabilidad y en los procesos de toma de decisiones ¿Qué clase de líderes políticos tenemos? ¿Cómo elaboran las políticas públicas si actúan sin la consulta a los especialistas?
En la edad media se daban respuestas a las epidemias con acciones religiosas o irracionales, cuyos efectos eran contraproducentes y producían mortandades enormes. Ahora se supone que las decisiones se toman con conocimiento científico, pero no es así. Prevalece el miedo irracional. Todo porque no lo vemos, no sabemos cómo atacarlo o cómo defendernos. Muchos comunicadores y políticos no tienen idea de qué es un virus, ni sobre sus características y efectos patógenos. La ignorancia produce miedo. Mientras más preciso sea el conocimiento del virus, menos miedo y más eficaces serán las acciones para enfrentar la pandemia.
¿Qué es un virus en la realidad? La biología molecular basa sus propios procedimientos en los de la física; de tal manera, que se ha descubierto que las proteínas son la causa de la construcción del organismo y que el organismo es una máquina química que se construye por sí sola. De ello se deduce, por lo tanto, que el azar es la ley fundamental que regula la combinación de las proteínas y su estructura. Esto tiene mucho fondo, pues se podría considerar una especie de ausencia de plan en el devenir de la vida, pero éste es un asunto de discusión filosófica: Jacques-Lucien Monod vs Teilhard de Chardin. El azar opuesto al plan divino de la vida.
Los virus no son seres vivos autónomos como las bacterias o las células, sino agentes proteicos, no se les combate como si fueran bichos, sino como agentes patógenos. Son un medio importante de transferencia de genes, la cual favorece enormemente la gran diversidad genética de las especies. Los virus son pequeños pedazos de ARN (ácido ribonucleico) o ADN (ácido desoxirribonucleico), muchos están encapsulados en una envoltura hecha a base de proteínas conocida como cápside, otros protegen su material genético con una membrana o envoltura derivada de la célula a la que infectan y algunos otros además rodean su cápside con una membrana celular. Los virus han evolucionado para reproducirse dentro de la célula que infectan, ya que por sí solos no son capaces de hacerlo porque carecen de la maquinaria molecular necesaria. Entonces, hay tres problemas que un virus debe resolver para poder hacer más copias de él mismo: 1) ¿cómo reproducirse dentro de la célula que infecta? 2) ¿cómo esparcirse de un hospedero a otro? y 3) ¿cómo evitar ser eliminado por las defensas (sistema inmunológico) del hospedero? Los científicos chinos han descubierto la evolución de la proteína ACE2 que es la que permitió la transferencia del virus COVID-19 a los humanos. Esta proteína se vincula al receptor humano con una enzima llamada angiotensina 2, que es un péptido que constituye un factor de crecimiento que induce la proliferación e hipertrofia celular y modula la producción de matriz extracelular. Éste es el primer paso para desarrollar terapias eficaces para combatir el desarrollo del COVID-19. El conocimiento de cómo el SARS-COV2 se une a la superficie de la célula puede proporcionar una base para el desarrollo terapéutico.
Este tipo de respuestas basadas en la investigación son las que deben propiciar los funcionarios a través del apoyo presupuestal. Los líderes políticos no pueden responder con miedos irracionales, sino con apoyos efectivos a la investigación de todo tipo. Aquí se resume la importancia de la distribución del presupuesto, no en los viajes vacacionales para supuestamente traer inversión al estado. Esta es la inversión que nos importa como sociedad. Ahí está la importancia de escoger un secretario de educación interesado en el desarrollo de la investigación científica, no un operador político. ¿Quién aconseja al gobernador en la toma de este tipo de decisiones? ¿Existe un organismo de apoyo científico en el gobierno?
El miedo también se relaciona con la muerte, no sabemos qué es la muerte o qué hay después de la muerte. ¿Es la muerte algo natural? O sólo una consecuencia de la vida. El miedo a lo desconocido es la muerte. Por eso ha pegado tan fuerte en Europa el COVID 19. Los europeos tienen miedo de hablar de la muerte, es de mal gusto, no entienden que nosotros festejemos a la muerte o que algunos le den culto. Otra manera de ver la vida. Para muchos la actitud de Boris Johnson es irresponsable porque está haciendo cosas distintas del resto de los europeos. De Trump no nos extraña que haga cosas distintas e impulsivas.
El objetivo de los distintos gobiernos es reducir las oportunidades de propagación del virus, que sabemos tiene una duración breve de permanencia en el medio ambiente, es poco resistente al calor y se le combate con medidas estadísticas y, una vez descubierto su material genético, las medidas terapéuticas serán más eficaces. Los virus de RNA traen consigo sus propias máquinas de copiado de información genética (ej. enzima RNA-polimerasa) o poseen genes (información genética) que producen las proteínas que se requieren para ensamblar las máquinas de copiado dentro de la célula que infectan, lo que los hace independientes de la maquinaria celular y capaces de infectar células que no están activamente reproduciéndose. Las medidas más eficaces son las que se relacionan con el conocimiento específico del tipo de virus que es el COVID 19.
El problema es que el miedo ha repercutido gravemente en la economía y en la sociedad. En lugar de mandar de vacaciones a todo el sistema productivo y educativo, se deberían estar impartiendo clases y pláticas sobre el virus que nos ocupa, cómo evitar ser contagiado, no sólo con cubrebocas, cómo consolidar las prácticas de higiene y el fortalecimiento del sistema inmunológico, cómo investigar y poner en práctica medidas eficaces para proteger la piel y las mucosas, cómo conocer los diversos tipos de virus y sus modos de propagación. Sólo se están tomando medidas autoritarias basadas en el miedo irracional, en vez de pensar las formas más prácticas y eficaces de combatirlo. El virus más peligroso es el de la manipulación política basada en el miedo y en la ignorancia. La verdadera educación exige contenidos educativos para la vida, no sólo para pasar exámenes.