SERGIO A. VENEGAS RAMÍREZ
En sesión del pleno, la LIX Legislatura del estado de Querétaro aprobó por 16 votos a favor, siete en contra, una abstención y una ausencia, reformas a la Ley de Seguridad del Estado y la Ley Orgánica de la Fiscalía General, de Seguridad Ciudadana y del Centro de Capacitación de Seguridad para dotar de elementos de seguridad (pública o privada) a actuales funcionarios cuando dejen de serlo, comenzando por el gobernador.
Así, cualquier “titular de dependencia, entidades y órganos” podrán recibir protección de guardaespaldas según el texto publicado ayer mismo en la Gaceta Parlamentaria, páginas 20, 21 y 22.
Es decir, con lo votado ayer, el gobernador y sus secretarios de Gobierno, Juan Martín Granados Torres; de Seguridad Ciudadana, Juan Marcos Granados Torres y el Fiscal del Estado, Alejandro Echeverría Cornejo, además de subsecretarios, vice fiscales y directores “en activo o que hayan concluido su encargo”, podrán gozar del privilegio de tener a su disposición escoltas.
En la reforma no se especifica cuántos ni por qué tiempo ni tampoco si el estado brindará vehículos para tal efecto.
En una sesión atípica, donde se vio a legisladores otrora dóciles, criticar la propia iniciativa y la seguridad en el estado.
Pareciera Disneylandia, dijo en su intervención el diputado del PRI, Hugo Cabrera.
¿No que Querétaro era seguro?, soltó la ex panista Elsa Méndez, actual legisladora del Partido Encuentro Social.
Elsa Méndez –esposa del líder camionero y de taxis, Juan Barrio- abrió su posicionamiento cuestionando “la realidad que vive el estado en cuanto a seguridad: por un lado las autoridades dicen que no pasa nada, que todo está controlado y por otra parte, con esta iniciativa se pretende facultar a alguien para asignar personal de seguridad para resguardar la integridad de diversos funcionarios. Luego entonces, el discurso que hasta el cansancio hemos escuchado de que Querétaro es seguro, ¿es una realidad, o es solo eso: un discurso?
Y fue más lejos: “¿No pasa nada en Querétaro o en verdad están tan mal las cosas, que se hace necesario blindar a algunos funcionarios? El hecho de solicitar seguridad para funcionarios públicos es un síntoma de alto grado de inseguridad o de miedo a una realidad de la que no nos quieren informar.
La ahora aliada del ex alcalde Marcos Aguilar concluyó: “¿Tan mal está la seguridad en el estado que es necesario dotar de guardaespaldas a un policía para que lo cuide otro policía, pues deja abierto (la reforma aprobada) a que sea cualquier elemento de la Fiscalía o Seguridad Ciudadana? Como diputada solicito que se nos informe la realidad que vive Querétaro en el tema de seguridad, para entender la necesidad de dicha medida e invito a que prioricemos en cuidar a los ciudadanos más que a los servidores públicos. ¿Cuánto se invertirá en ponerle guardaespaldas a quienes así considere que debe traer seguridad privada. Cuántos elementos de seguridad serán sacados de las calles para ir a cuidar a servidores públicos? Interrogantes que no ceo en la iniciativa planteada, por eso mi voto es en contra.
Luego vino el turno de Hugo Cabrera, del PRI.
Sobrado, el legislador -que ahora volvió a ser de oposición- subió a tribuna y con ademanes extremadamente marcados, arrancó: Mi postura más que en contra es que, por más que queramos señalar que vivimos en algo parecido a Disneylandia, no es cierto. Están ocurriendo hechos que cada día van generando un estado de preocupación, de temor.
Ni siquiera los que dicen que los cuida el pueblo bueno, están omisos de una seguridad personal pagada por el Estado. He escuchado en estos minutos que esta iniciativa es una armonización de una Ley Federal.
Sabemos que de facto, dijo Cabrera, los funcionarios que tienen una responsabilidad delicada, han sido custodiados por la propia plantilla de seguridad en el estado. Pero no deja de llamarme poderosamente la atención –y permítanme el anglicismo- el “timing” en que es presentada esta iniciativa.
Llama la atención, asentó, la manera en que muy lento se presentan o direcionan algunas iniciativas, no todas. Haciendo un parangón (en este caso) ni Ana Guevara lograba estos records en el sprint final para presentar tan rápido esta iniciativa: el 13 de febrero se inscribe. El 14 se turna a comisión. El 17 se dictamina y el 18 se aprueba. Envidiable el sprint, mientras otras se van a la congeladora.
Me parece, subrayó Cabrera, que la intención responde a la necesidad que hoy vive Querétaro. Pero también ¿qué le vamos a decir a los que están allá afuera: que hay queretanos de primera y de segunda?
La gente habla de la inseguridad en las colonias, calles, pueblos que recorremos. Hablan de la omisión de las patrullas. De la omisión de los policías cuando se les requiere.
Y cuestionó “que no hay una fecha de caducidad para esto (el tiempo que durará la escolta a ex funcionarios)”.
El priísta preguntó a sus colegas: ¿De qué se trata: seguridad “for ever”? No señala con precisión cuánto tiempo durará la encomienda. ¿Cuántos recursos, cuántos elementos? Yo le pediría al grupo mayoritario que replanteen el tema y le expliquen a Querétaro cuál es el estado que guarda el tema de la seguridad?
No hubo respuesta a las interrogantes de Méndez y Cabrera.
Desde la Mesa Directiva se apresuró la votación y la aplanadora blanquiazul mayoriteó a la oposición.
Todos los diputados del PAN a favor, junto con ¡dos de Morena!, los del Verde, Querétaro Independiente y uno del PES. En contra: tres del PRI, tres de Morena y uno del PES. Una abstención de Morena y una ausencia del PRI.
Así, más allá del resultado de las elecciones del año entrante, el gobernador y su círculo de funcionarios metidos en temas de seguridad, podrán contar con escoltar quizá permanentes, pagados por el estado. Aquí, en el Querétaro tan seguro.
LÍNEA DE TIEMPO
La reforma para proveer de escoltas a funcionarios y ex funcionarios de gobierno, tuvo según el diputado Hugo Cabrera un sprint final más sorprendente que el de la ex corredora Ana Guevara:
14 de febrero: se presenta y turna a comisión
17 de febrero: se dictamina
18 de febrero: se vota, aprueba y publica en la Gaceta Parlamentaria.
Envidiable
A CONSIDERAR
La reforma aprobada ayer por los diputados, permitirá que diversos “titulares de dependencias” puedan contar con escoltas pagados por el Estado una vez concluidos sus encargos. Estos son los cargos que tendrían derecho a esa prestación.
El Presidente del Consejo Estatal de Seguridad, los titulares de las dependencias, entidades y órganos constitucionales autónomos que realicen funciones de seguridad, así como aquellos Subsecretarios, Vice Fiscales, Directores y demás personal de estos, en activo o que haya concluido su encargo, al que se considere necesario proveerle seguridad, podrán disponer de integrantes de alguna institución de seguridad que les brinde seguridad personal.”
Además, “el Fiscal General, así como los titulares de las Fiscalías Especializadas, las Vice Fiscalías, las Direcciones y demás personal de la Fiscalía General al que se considere necesario proveer seguridad, podrán disponer de integrantes de alguna institución de seguridad que les brinde seguridad personal”.
Por último, el Secretario (de Seguridad Ciudadana), así como los titulares de las Subsecretarías, Direcciones y demás personal de la Secretaría al que se considere necesario proveer seguridad, podrán disponer de integrantes de alguna institución de seguridad que les brinde seguridad personal” dice la reforma publicada en la Gaceta Parlamentaria.
El secreto, comentaron algunos legisladores, está en el término “titulares de dependencias”. Ahí caben todos, hasta el gobernador.