El cantante Joaquín Sabina, que ayer se cayó del escenario del Wizink al terminar una canción, ha sido operado de urgencia en la Clínica Ruber Internacional por un hematoma intracraneal y un derrame cerebral provocado por un fuerte golpe en la cabeza (traumatismo craneoencefálico), según ha podido saber ABC.
La intervención quirúrgica ha concluido satisfactoriamente, según ha informado a Efe su representante desde el mismo centro hospitalario. A la espera de un comunicado oficial del hospital, su portavoz ha comunicado que su estado «no era grave», que todo ha salido «muy bien» y que el cantante, que ha tenido que ser operado «por un pequeño coágulo», permanecerá 48 horas en observación.
Parecía que todo había quedado en un susto. Pero finalmente, la caída de Joaquín Sabina ayer en el WiZink Center, en el día en que cumplía 71 años, ha sido más grave de lo que se esperaba.
El artista sufrió la caída cuarenta y cinco minutos después de que empezara el concierto. Joan Manuel Serrat había cantado «Mis amigos» y había ofrecido un discurso sobre la amistad. Entonces Sabina salió al escenario y, mientras hablaba y caminaba, se despistó y se precipitó por el foso de separación con el público, de unos dos metros de profundidad.
CON INFORMACIÓN DE ABC ESPAÑA