DESDE LOS BALCONES
El arte de la guerra, de Clausewitz fue válido, pero ya obsoleto.
Tenemos que analizar las condiciones históricas de cada una de las dos guerras mundiales anteriores y lo que de las actuales haya variado respecto de ambas, todo dentro del capitalismo, como sistema histórico mundial. Opiniones especializadas o no, van y vienen; pero si no se analiza la historia mundial, caminamos a ciegas, o simplemente caemos en formalismos sin contenido. Tal es lo que prevalece en la prensa mundial y en los medios.
Cualquiera de las alternativas belicosas que se adoptara por una de las partes, o por todas, tiene el condicionamiento de que ninguno de ellos va a autodestruirse, pretendiendo aniquilar al Medio Oriente que, quiérase que no, es uno de los soportes mayores soportes, del modo que sea, del capitalismo mundial, llámese imperialismo y dentro de esta globalidad, las economías planificadas sobre el sustento del intercambio mundial de la producción de cada país.
Escuchamos y analizamos el pronunciamiento último del Presidente Trump y no vamos a calificar su personalidad en un sentido u otro, que de muy poco, o de nada sirve hacerlo en estos casos, y sólo revela subjetividad y arbitrariedad y falta de análisis real de quien así proceda, por más atractivo que resulte tal opinar así.
Expresó, por ejemplo, que EU tiene el ejército más poderoso y letal del mundo. Nadie opina de otro modo, aunque los límites de poderío militar estratégico se encuentre repartido, en partes iguales o proporcionales en por los menos dos potencias más, Rusia y China, con fuerzas subalternas con capacidad de destrucción a la par. El problema no es ese, el problema real es que ninguno de ellos puede desentenderse de base productiva real propia y ajena; no es lo mismo el poderío militar, industrial y científico de Alemania, privado casi por completo de colonias, en la extensión que el comercio mundial de Inglaterra, la misma Francia de entonces y el propio Japón que, por constituir una isla, se vió impelido al mismo bando de Hitler.
Ni para qué hablar de la guerra de 1914, en donde Austria y su extensión en los Balcanes la llevaron a desocupar el escenario mundial feudal que alguna vez tuvo. La mentalidad de muchos prusianos, entre ellos Hitler y Cía., los llevo a desentenderse de esta realidad; otro tanto le pasó a Italia que viviera y compartiera esas condiciones junto con España y de ahí el fascismo inspirador, hasta cierto punto, del propio nazismo.
Grande y poderosa, sí, es Norteamérica; pero lo es por su relación de intercambio mundial con Europa y Asia, África y Medio Oriente; lo propio de otra forma y con valores distintos sostiene con América Latina. En la historia nadie se suicida y así ha sido desde la antigüedad. Falta espacio para entrar a dilucidar cada cuestión parte por parte y en su totalidad.
Pasando a otro aspecto conectado con el tema, aquí en México, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha procedido de la forma más sensata, eludiendo, no cerrando los ojos frente a la conflictiva internacional y pronunciado con la mayor cautela abogando por la negociación sea cual sea.
En nuestro medio hay provocadores de todo tamaño, casi todos vociferantes y de ahí no pasan, pretendiendo que nuestro país y nuestro gobierno vaya más allá de sus posibilidades reales y de sus intereses; hasta donde observamos, con AMLO no lograrán cuajar aventura alguna, guste o no guste; la necesidad histórica de cada país es distinta, aún en tratándose de países con estructuras e historia semejante.
En épocas y en momentos como el presente, hay que caminar con pies de plomo y con gran conocimiento de lo que somos como país y los apremios no fáciles de superar para desarrollarnos. Que los opositores de la ultraderecha se desgasten en denigrar al Presidente Mexicano, como toda aspiración plurinominal de subsistencia política; se comprende, pero no se justifica y menos sus lloriqueos más pantanosos que el propio Lago de Texcoco y su edificación faraónica fallida. Por fortuna, lo sepan reconocer así o no. POR ESO ES MEJOR QUE HABLEN DE ELECCIONES Y DE DICTADURAS IMAGINARIAS.