ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Iniciamos el año 2020, y por cierto es un año clave en Querétaro, y en diferentes reuniones la pregunta ha saltado, ¿qué es lo que viene en éste año?
Pues bien, por un lado hay tareas pendientes por lo que toca a la parcela legislativa, pues el año pasado fue de secas y ahora esperamos el debate y su aprobación de al menos las siguientes iniciativas en el terreno ambiental: Código Ambiental del Estado; Reformas al capítulo de delitos penales del Código Penal del Estado; la Reforma al Código Urbano que contiene una serie de aspectos ambientales y; a la Ley de cambio climático del estado para incorporar la figura de Impacto Energético.
Por otra parte, en cuanto a políticas públicas, se encuentran: la publicación del Ordenamiento Ecológico Regional para que surta efectos legales, y está en espera el Programa Estatal de acción contra el cambio climático y el Diagnóstico Estatal de la Biodiversidad.
Y con independencia de lo anterior, en la sociedad, se mantiene como un asunto toral de vigilancia ciudadana, en relación a los cambios de uso del suelo en la zona metropolitana y dentro de la lista de prioridades, están los programas de reforestación.
No obstante lo anterior, me parece que hay dos temas centrales para abordar en éste 2020 y a saber, se trata de la generación de energías renovables (para reducir las emisiones, pero también para apuntalar el crecimiento económico), a pesar del anuncio del presidente López Obrador en el sentido de ampliar la capacidad de generación en la planta de ciclo combinado de El Sauz, lo cual aún va a dilatar algún tiempo por el volumen de inversión que se necesita, en tanto el sector residencial y de comercio pueden ir avanzando lo suficiente mediante la instalación de paneles solares; y el otro tema, se centra en la conservación de la biodiversidad, y aclaro, no se trata de reforestaciones, sino de conservar ecosistemas, pues al menos en la zona metropolitana estamos inundados de especies invasoras que atentan contra la biodiversidad local y de un fenómeno que avanza: la fragmentación que rompe con la conectividad, los hábitats y en última instancia los ecosistemas. Aunado a ello, hoy se requiere del diseño y aplicación de instrumentos y mecanismos económicos que incentiven, pero también penalicen a quien degrade, contamine o dañe el medio ambiente y la biodiversidad.
Estamos ciertos, que el impulso a la economía local y de pequeños productores rurales y urbanos, contribuye a la reducción de emisiones de carbono, a la diversificación y uso sostenible de la agrobiodiversidad en el estado, trayendo beneficios para los pequeños productores locales.
Y finalmente, en el centro de la discusión se haya el Decreto (esperado) de Peña Colorada como área natural protegida, y no es una discusión si se trata de un decreto estatal o federal, simplemente, de una disposición legal expedida por algún orden de gobierno o por ambos, que sirva para proteger este último relicto que brinda enormes servicios y funciones ambientales como la urgente filtración de agua para favorecer la reducción del déficit hídrico del acuífero, para beneficio de los habitantes de la muy poblada zona metropolitana, y también, para favorecer con proyectos sostenibles a los dueños y poseedores de las tierras que seguirán conservando en propiedad.
En fin, será un año con mucho debate ambiental y sobre todo, para sentar las bases para los siguientes 10 años.