CAMBIO DE RÉGIMEN
Cuando el mundo se mueve en sentido del proteccionismo es notable que justo sea un gobierno socialista el que se compromete con el libre mercado y la globalización. Esta es una de las señales que México lanza con la aprobación en el Senado de la República del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y su Protocolo Modificatorio, cuya aprobación está en curso en los Congresos de Estados Unidos y Canadá.
Hay una tarea de implementación que tanto gobierno como sector privado deberemos llevar a cabo para asegurar que este Tratado genere para México los beneficios que todos esperamos: el crecimiento sostenido y equitativo de nuestra economía.
Por ende, el Senado está integrando una Comisión de Seguimiento que deberá definir las tareas legislativas necesarias para asegurar una correcta implementación del Tratado y deberá exhortar permanentemente a las distintas Secretarias de Estado y al Poder Judicial a hacer su parte correspondiente.
Este esfuerzo acompañará la coordinación intersecretarial necesaria que garantice la implementación adecuada y en tiempo de la Ley Laboral, asegurando con ello el éxito del Tratado.
El 1º de mayo de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva Ley en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva que garantiza, entre otros, el derecho de todo trabajador a pertenecer o no a un sindicato y a votar de manera secreta e individual para elegir a sus líderes y sus contratos colectivos.
La correcta implementación de la Ley Laboral implica que todo el ecosistema laboral tendrá que cambiar, lo que requerirá de un proceso educativo y un cambio cultural por parte de sindicatos, obreros y empresarios.
Por eso, no es el Tratado, ni otro país quién nos obligue a cumplir nuestras leyes. Es nuestro compromiso de dignificar la mano de obra nacional con condiciones y salarios justos y nuestra promesa a las mexicanas y los mexicanos de cumplir una deuda histórica.