MARIO CARRANZA
Rafael Ontiveros inició su trayectoria en las calles, pero encontró su pasión en los lienzos.
Las calles siempre han sido un semillero de artistas. Basta voltear a las paredes para encontrarnos grandes trabajos anónimos y de algunos ya consagrados. Rafael Ontiveros, mejor conocido como Aper, comenzó su trayectoria como grafitero, pero dio el saltó a museos. Actualmente es reconocido por su particular estilo y tener una carrera en asenso.
PLAZA DE ARMAS, el periódico de Querétaro, entrevistó al artista plástico Rafael Ontiveros Aper, para conocer más sobre su trayectoria en ascenso, sus orígenes, influencias y proyectos a futuro.
PLAZA DE ARMAS (PDA) ¿Aper es tu nombre artístico?
APER: En realidad es como mi tag, mi firma, empecé grafiteando en las calles a los 15 años y ya después lo llevé a las salas; lo hacía en bastidores. Hay como un estilo de grafiti, que es el carácter, y el que yo hago, que son los monos. Ya cuando lo comencé a llevar a galerías y museos firmé como Rafael Ontiveros “Aper” para tener un agregado.
PDA: ¿Porqué saltas a los museos y decides quedarte en cuadros?
APER: En realidad fue porque todo lo que pintaba en las calles lo terminaban borrando. Entonces había algunas producciones que eran más pensadas y me llevaba días trazarlo, y hacerlo más elaborado para que en dos días ya estaba borrado.
PDA: O que alguien te lo tachara
APER: Sí. Antes los “crews” teníamos bien definidas las zonas en donde podías grafitear, entonces si llegabas a una zona “ajena”, pues te iban a tachar. Pero en realidad es el gobierno quien lo borraba. Llegó un día en el que me invitaron a exponer a una colectiva en Bellas Artes y dije “va”. Ahí comencé mis pininos con óleo, técnicas mixtas, y aerosol, obviamente. Me gustó, y al año siguiente –esto en 1997- tuve mi primera exposición colectiva en la Presidencia Municipal de Querétaro.
Tras esta experiencia me entró “esta espinita” por irme por ese lado, la calle ya la tenía encausada. En 1998 tuve mi primera exposición individual, me invitó Gabriel Horner. A partir de ahí lo estuve intercalando entre calles y salas.
PDA: ¿Entonces seguiste con el graffiti?
APER: Sí, pero me ganaron los bastidores. Pero sigo con los grafitis. Me siguen gustando, aunque lo he abandonado mucho. He hecho grabado, estampa, playeras, escultura, arte-objeto; pero la pintura me gana.
PDA: ¿Cómo definirías tu estilo?
APER: Esa es algo que yo no he querido definir como tal. Escuchó por ahí que le llaman “arte-new”, “neo-grafiti”, “Street-art”, pero en realidad tiene varias connotaciones de la propia gente que lo va asumiendo a un estilo. Yo solamente pinto, me gusta toda la pintura, me gusta observar lo que hay, y es enriquecedor. Yo no defino lo que hago de ninguna manera.
PDA: ¿Cuáles son tus influencias?
APER: ¡Uy! Creo que el primer artista que realmente me fascinó fue Rufino Tamayo. Así las obras que veía de él eran tan místicas, tan excelsas en color. Decía “cómo lograr hacer esto”, y me aventé mis primeros pininos con pigmentos tratándolo de copiar, después como que le entré a los ángulos de Picasso, después Jackson Pollock con todos su manchones. Sin querer, estaba como de una línea o semi-línea nueva del muralismo y Orozco me llamaba muchísimo la atención. Después, llevaba ya en museos como unos cinco años y unos amigos de Bellas Artes me decían “Basquiat queretano”, a lo que yo me preguntaba “¿Quién es Basquiat”? Y yo dije “wow”, lo tuve que cambiar, porque antes yo sí tenía muchas referencias de él, pero sin conocerlo. Este mundo de los pintores tenemos como ciertos “rebotes”, digamos, “rebotes creativos”, sin importar en donde estés; Los africanos con los americanos, con los europeos. Hay como un cierto ente que se baja.
PDA: ¿Cómo sentiste este comparación?
APER: Sí lo tomé como algo bueno. Me gusta mucho Basquiat, obvio, pero tenía que ir a algo que me identificara como Aper, como Rafael Ontiveros, y de hecho jugué mucho con el dibujo con grafito y carboncillo y las formas básicas. Hice bodegones mucho tiempo, con pasteles y óleo. Pero al final tuve que buscar mi identidad.
Más que una ovación, se busca un camino que tienes que ir rompiendo ciertas etiquetas, y la pintura creo que todavía da para eso. Dicen que nadie va a inventar nada en la pintura, pero pues uno es íntegro, y a partir de ahí si eres una persona con ética vas a lograr algo individual.
PDA: ¿Cuál crees que ha sido uno de tus más grandes logros?
APER: Creo que el de 2018, el haber llegado a la Bienal Internacional de Pintura al Óleo en Dafen; yo ni había habido hablar de Dafen, y cuando quedo seleccionado investigo sobre el lugar y doy un el libro de Pierre Herrera de “Dafen: Dientes falsos”. Y es justamente el lugar de copias de pinturas, como La Mona Lisa, La Noche Estrellada, las obras más grandes del mundo. La escuela como tal de pintura en Dafen es maravillosa, y creo que al haber enviado una pintura al óleo, que hace tiempo que no pintaba, para mí fue muy llenador.
PDA: ¿De dónde adquieres la inspiración?
APER: Antes lo hacía, más que inspiración como trabajo. Trabajar, trabajar, trabajar y sacar personajes. Después de eso me gustó mucho la lectura. Leía todo lo que me encontraba y bajaba una idea, y a partir de ahí una referencia para trabajar; entonces los libros. Después las películas… en realidad es la vida misma, las personas, los animales, el clima. La vida misma, todo esto acompañado de música.
PDA: ¿Cuáles son tus gustos?
APER: Ahora que me he abierto más a la música, gracias a las aplicaciones que hay, las posibilidades son infinitas. Pones jazz y te salen miles o de las vieja escuela. Bandas como tal, de las que han cambiado mi vida, mencionaría a The Doors, Nirvana y Bad Religion.
Y de películas que me han hecho reflexionar “Adiós a Las Vegas”, también me gusta mucho David Lynch, Wes Anderson hace unas cosas maravillosas, como “El fantástico Sr. Zorro”.
PDA: ¿Hacia dónde crees que te estás moviendo artísticamente?
APER: Quisiera hacer más escultura y cerámica, quiero trabajar esta técnica. A la pintura no le tengo miedo por todos estos años, sé cómo reaccionan los materiales y cómo aplicarlas, pero con la cerámica sí creo que tengo un camino por recorrer.
Este año tuve mi primera instalación, y creo que también me va a llamar, ya que más que verla y sentirla, creo que sí es un estudio técnico. Es cómo poner todos los elementos y que estéticamente tenga cierto ritmo y se vea bien; creo que el próximo año es algo de lo que voy a estudiar.
PDA: Actualmente has decidido formar parte del colectivo Brocha. ¿A qué piensas que se debe que los artistas han decidido decantarse por colectivos en lugar de ir en solitario?
APER: Creo que el mundo tiene demasiado ruido que ya no logran concentrarse en ver que se está haciendo artísticamente. Ya se justifica lo digital con lo plástico, y son dos cosas sumamente contrarias. Lo digital lo puedes borrar en un segundo. Lo plástico jamás, ahí tienes que encimar y va a estar “arriba de”. Me parece que los colectivos son importantes, ya que aparte de ser individual, se genera cierto movimiento que es más fácil de llegar a la gente, ya que lo toman más en serio. Un artista te puede gustar o no, pero con un colectivo –que en el caso de Brocha somos cinco- tienes la posibilidad de que te gusten varios, y creo que se agarra más fuerza. Es como una compañía. Se vibra diferente, hay como una línea que seguimos todo, como colectivo, y puede llegar más fácil a las personas.