ALHAJERO
El Infonavit ya no es de los desarrolladores. Ahora es de los trabajadores.
Ése es el cambio de fondo que hay en el Instituto de la Vivienda en el gobierno actual, sostiene su director, Carlos Martínez Velázquez.
Antes de la 4T, refiere el itamita, la visión que prevalecía en el Instituto de la Vivienda era la de los empresarios, particularmente la de los desarrolladores, personajes que no se significaban precisamente por su probidad.
El interés del Infonavit hasta el sexenio pasado se centraba en construir más y más vivienda, en sumar números.
Pero no tomaban realmente en cuenta las necesidades de los trabajadores. Los desarrolladores construían donde se les ocurría, donde obtenían mejores ganancias, sin importar siquiera la lejanía de grandes complejos habitacionales de los centros de trabajo.
Y peor aún, sin servicios como los de agua, luz y drenaje.
De ahí, apunta, que hoy en día sean cientos de miles las viviendas —complejos habitacionales completos incluso— deshabitadas, abandonadas, invadidas.
¡Eran unos ladrones!, remata el director del Infonavit.
Con el nuevo enfoque —mirando más en beneficio de los derechohabientes—, el Instituto tiene en puerta —algunos ya en marcha— múltiples cambios en su plan estratégico financiero 2020-2024, comentó ayer Martínez Velázquez en un encuentro con directivos y colaboradores de El Heraldo.
Entre otras, menciona el dar flexibilidad en las soluciones crediticias (4% de crecimiento anual en créditos hipotecarios); un nuevo modelo de cobranza social con responsabilidad financiera (3% de rendimiento real a la Subcuenta de Vivienda); y una administración eficiente (disminución de 5.9% en Gastos de Administración, Operación y Vigilancia respecto de 2019).
Pendientes: Los juicios masivos.
En este tema, señala Carlos Martínez, tendrán que revisar, revocar y reparar los casos en que existieron irregularidades para evitar desalojos injustificados.
A la fecha han identificado alrededor de 297 mil créditos demandados vía juicios masivos.
Dieciocho despachos jurídicos se encuentran en revisión y en comparecencias (cuatro de ellos con contrato rescindido)
Y han identificado A alrededor de 77 mil viviendas en juicios que podrían ser desistidos.
Respecto de demandas o investigaciones en curso sobre sus antecesores, ¡nada! Aunque algunos puntos pudieran parecer abusivos —afirma el jefe de la institución—, todo se hizo bajo el marco de la ley. Así que David Penchyna puede dormir tranquilo.
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GEMAS: Por mayoría de votos (94 de 122), Margarita Ríos-Farjat fue electa por los senadores como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.