El nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, ha jurado hoy su cargo en el Capitolio de Washington, sede del Congreso, como 45º presidente de Estados Unidos. Esto ha sido recibido por un masivo aplauso y un abrazo caluroso de toda su familia, que le acompañaba en el momento.
En primer lugar, ha dado las gracias a todos los presidentes presentes en el acto y también al mundo entero. “Ciudadanos del mundo, gracias”, ha arrancado Trump. “Juntos vamos a determinar el curso de América y el mundo por muchos muchos años que vendrán”, ha añadido.
“Nosotros los ciudadanos de América estamos ahora unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir y restaurar sus promesas para todo nuestro pueblo”, ha continuado el nuevo presidente de EEUU.
“Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y dándoselo a vosotros, a la gente”, ha sido una de las primeras proclamas que ha lanzado el presidente. “Washington floreció, pero el pueblo no compartió su riqueza”
“Este momento es vuestro momento, pertenece a vosotros”, “a todos los que están reunidos”, es “vuestro día, es vuestra celebración”. “Lo que realmente importa es si nuestro Gobierno está controlado por el pueblo”. El 20 de enero “será recordado por el día en que el pueblo volvió a controlar la nación”.
“Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país no serán olvidados por mucho tiempo. Todo el mundo será escuchado ahora”, ha dicho. “Nuestro país está controlado por la gente”.
El nuevo presidente ha hecho referencia al mal estado de las industrias del país y ha señalado que “esta carnicería americana para aquí y ahora”.
“Compartimos un destino glorioso”, ha dicho Trump y ha prometido que los trabajos y la educación serán fortalecidos durante su administración. “Nosotros hemos hecho otros países ricos mientras que la riqueza, la fortaleza y la confianza de nuestro país ha disipado nuestro horizonte. Una por una, las industrias han dejado nuestras fronteras”. “La riqueza de nuestra clase media ha sido arrancada de sus hogares y redistribuida por todo el mundo”.
“America first’
“Desde este día volveremos a ser América primero, América primero”, ha dicho Trump, prometiendo a todos los reunidos que “recuperaremos nuestros puestos de trabajo, nuestras fronteras, nuestros sueños”, ha continuado.
“Yo lucharé de nuevo con todo el aliento en mi cuerpo y nunca lo dejaré. América volverá a empezar a ganar de nuevo y ganará como nunca antes”.
“Nosotros seguiremos dos simples reglas: comprar americano y contratar americanos”, ha continuado su discurso el republicano.
También ha tenido palabras contra el terrorismo islamista. “Nosotros nos uniremos el mundo civilizado contra el terrorismo islamista radical, el cual nosotros erradicaremos completamente de la faz de la tierra”.
“Cuando abres el corazón al patriotismo, no hay espacio para el prejuicio”, ha añadido.
“Nosotros debemos pensar grande y soñar grande. No aceptaré políticos que hablen y no actúen, constantemente quejándose, pero nunca haciendo nada. El tiempo para conversaciones vacías ha acabado, ahora llega la hora de la acción. No permito a nadie que diga que no puede hacerlo”, ha añadido.
“Un nuevo orgullo nacional elevará nuestras miradas y curará nuestras visiones”, ha subrayado. “Es tiempo para recordar que toda la sabiduría de nuestros soldados no será olvidada. Que si nosotros somos negros o marrones o blancos, nuestra sangre roja de patriotas es la misma”.
“Make America great again”
“Escuchad estas palabras. Vosotros no volveréis a ser ignorados otra vez. Juntos volveremos a hacer América rica otra vez. Nosotros haremos una América orgullosa otra vez. Y sí, juntos haremos América grande de nuevo. Dios bendiga América”. Así ha finalizado su discurso el presidente número 45 de los EEUU, haciendo referencia a su eslogan de campaña.
Esta frase también es parte de su merchandaising de campaña, compuesto por gorras, camisetas o chapas que se han visto continuamente en los actos del republicano antes del 8 de noviembre y que parece que continuarán estando presente en el día a día de EEUU.
Antes de jurar
El primero en hablar en la ceremonia ha sido Roy Blunt, senador de EEUU encargado de este tipo de ceremonias. Al que han seguido tres religiosos, entre ellos una mujer, encargados de la “invocación”. Acto seguido ha actuado el coro de la Universidad de Missouri. Después, ha intervenido Chuck Schummer.
En primer lugar ha jurado el vicepresidente de EEUU, Mike Pence. Ha asumido esta obligación libremente.
Trump ha aparecido con una corbata roja mientras que Pence ha lucido una azul. En primera fila, Barack Obama y su mujer han saludo al nuevo presidente de EEUU. Junto a Trump, su mujer y toda su familia al completo.
En el multitudinario acto, empañado por un grupo de activistas contra Trump que han causado disturbios rompiendo escaparates en Washington, ha acudido también la que fuera contrincante del republicano en las elecciones del pasado 8 de noviembre, Hillary Clinton ha aparecido en la explanada del Capitolio junto a su marido el ex presidente de EEUU Bill Clinton. El anterior presidente de EEUU, George W. Bush, también ha estado presente.
Su victoria, que dejó atónito al planeta, está anclada sobre todo en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los políticos tradicionales y que siente que la globalización les ha perjudicado, trasladando empleos a México o China.
Los aliados tradicionales de Estados Unidos observan al magnate inmobiliario neoyorquino con inquietud: tras una divisiva campaña, el republicano Trump, de 70 años, llega a la Casa Blanca con la menor popularidad de un nuevo presidente en cuatro décadas.
Mientras Trump firmas sus primeras órdenes ejecutivas, Barack Obama habla en la base aérea de Andrews ante un grupo de colaboradores y trabajadores de la Casa Blanca.
CON INFORMACIÓN ELMUNDO.ES