DESDE LOS BALCONES
En la antigüedad, ante cuestiones difíciles, se iba a consultar al Oráculo de Delfos, entre otros poderes mágicos, y se observaba con veneración y respeto esto.
Hoy, todavía, se jura ante la Biblia y, en otros casos ante la Constitución, como sucede en México.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, respeta y reconoce a todos los gobernadores de los Estados y lo propio hace con todos los órganos de gobierno donde éstos ejercen sus funciones, así como a las autoridades constituidas con apego a derecho y que él no ha nombrado, lo mismo que a las designaciones del mismo, rimando con Hegel y su lógica jurídica.
Hoy estamos frente a una “realidad” distinta a la que emerge del Estado de Derecho y al libre desenvolvimiento de las fuerzas políticas y de sus principales actores. ¿Cómo cual y qué fisonomía social presenta? Que las distintas fracciones de la oposición política, habiendo perdido la elección federal reciente a nivel de los Poderes Federales, llámese Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y de las facultades de esto derivan, en donde por fuerza se incluye al poder judicial; sin embargo, se utilizan diversos mecanismo y artimañas, más o menos legales, o que así parezcan, se intenta obstIruir el libre ejercicio constitucional del Poder Ejecutivo Federal, en todas las esferas de sus atribuciones y competencias.
Esta práctica viciosa se ha extendido hasta dentro de las esferas del poder legislativo, en donde las representaciones legislativas de la oposición minoritaria, formulan objeciones, las que se les ocurran y las que están a su alcance, para viciar las determinaciones legislativas que se tomen en ambas Cámaras, la de Senadores y la de Diputados, de manera que ésta no puedan concurrir al ejercicio de su poder que la Constitución estatuye como tal y que para el ejercicio de su soberanía se divide así y azas en tres poderes.
Pues ese mismo vicio, aparte de otras valoraciones constitucionales y políticas se ha extendido, según se ve por declaraciones de una parte de los gobernadores de los Estados, ha alcanzado hasta algunos mandatarios locales y agrupamientos ocasionales formales de presidentes, sin siquiera acuerdo de sus respectivas legislaturas locales y menos de los respectivos cabildos.
Una caricaturesca nueve “guerra de los pasteles”, como aquel reclamo que hiciera un banquero francés al gobierno de Juárez y que la potencia tomara como pretexto de intervención extranjera en México.
De pronto un gobernador de una entidad y un grupo de gobernadores del PAN, deciden que no reconocerán a la titular de la COMISION DE LOS DERECHOS HUMANOS, PORQUE SEGÚN SU DECIR FUE ELECTA FRAUDULENTAMENTE.
¿Tienen facultades jurisdiccionales quienes así pretenden pronunciarse sobre una cuestión que no les compete y que no está sometida a su “Soberanía”? Así lo han decidido y así lo declaran y ratifican una y otra vez. ¿rompen el orden constitucional de facto por sus pistolas? ¿Qué dirían si un órgano colegiado, legislativo o no, desconociera las determinaciones que a ellos compete tomar y decidir?
El artificioso diferendo todavía adquiere perfiles más absurdos, cuando parte de los integrantes de una de las Cámaras, concurriendo con un particular, pretenden recurrir a un órgano electoral federal (PJEF), pretendiendo que éste se inmiscuya, sin competencia, frente a lo resuelto, mal o bien, por el poder de la Cámara de Senadores de su competencia y la parte que es asunto del titular del Poder Ejecutivo.
La subjetividad política desbordada y la ignorancia constitucional corren parejas y a ello concurrimos los medios y los opinadores sin mucho rigor y a vuela máquina. OTRA VEZ LA MISMA HISTORIA SE REPITE COMO FARSA OPOSICIONISTA DE QUINTA, NO DE CUARTA. ¿QUÉ REY, NO QUE REALIDAD CONSTITUCIONAL LOS AMPARA? ACASO LOS ORACULOS DE SAN VICENTE O SAN FELIPE TRAGA TUERCAS.