FERNANDO VENEGAS R.
Un profesor que abusó sexualmente de alumnas en una escuela de la colonia Villas de Santiago de la “Capital de la Paz” o sea Querétaro, fue sentenciado a 33 años y cuatro meses de cárcel, confirmaron al periódico PLAZA DE ARMAS fuentes cercanas al Poder Judicial que omitieron identidad y detalles por el debido proceso y la reserva de datos personales por consideración a las víctimas, todas menores de edad.
Por desgracia, este caso, cruel e indignante, no es el único, según me comentan algunos abogados que conocen reportes de planteles en municipios de la Sierra en donde se arreglan con sentencias que alcanzan libertad bajo fianza.
Y otros, aquí mismo, en donde las autoridades prefieren no tener problemas con el sindicato y nomás reubican a los presuntos agresores. La sentencia confirmada hoy es la más alta aplicada hasta ahora y debiera ser un llamado de atención no solamente para quienes abusan de su posición de profesores para aprovecharse de niñas y niños, sino también es una alerta que deben tener en cuenta los directivos de los planteles, funcionarios y, por supuesto, los padres de familia.
En el caso de Ricardo “N”, el sujeto sentenciado, se asegura que fueron alrededor de 15 las alumnas abusadas (todas de tercer grado, turno vespertino) y que la directora Noemí “N”, de la Excuela Tlaxco, estuvo al tanto de las denuncias de los familiares, pero no les hizo caso.
El mal llamado maestro fue finalmente detenido desde el año pasado y sujeto a proceso. El viernes se emitió la sentencia condenatoria y este lunes se llevó a cabo la individualización de la pena, señalada en 33 años y cuatro meses de prisión. Aún queda pendiente el tema de la reparación del daño, lo cual se dará en la fase de ejecución, advirtieron nuestras fuentes.
La información fue detonada desde el año pasado por el sitio de internet Voz Imparcial, advirtiendo sobre la peligrosidad del trabajador de la educación enquistado en un centro escolar de la capital queretana, a partir de las quejas de las mamás. El pederasta está bajo prisión y, por supuesto sin derecho a libertad provisional.