DESDE LOS BALCONES
Introdujeron dos votos por su cuenta y todavía reclaman fraude. Senadores que no votaron directamente y que tampoco protestan, como lo hacen sus imaginarios pares de la derecha. Aporía del abuso.
Puedes pensar que no te hundes en el agua, aunque en la práctica lo hagas. Así concluyeron los panistas su lucha vana por impedir que Rosario Piedra Ibarra, ocupe el cargo, así razonan los senadores panistas, oponiéndose a la elección de la nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al no haber consenso interno y unánime para ello, se determinó que la Comisión del caso y por la mayoría de esta Cámara Alta, la de Senadores, que los integrantes (3) de los aspirantes propuestos, se resolvería por mayoría calificada.
Se entiende que una votación directa es eso, cada Senador que quiera sufragar debe y tiene que hacerlo personalmente y, así, bajo ese procedimiento votaron 114 senadores.
Dos Senadoras introdujeron en la Urna, en lugar del voto propio, junto con el mismo, cada una de ellas, el voto de un tercero; dos votos cada senadora además del suyo propio.
Una adulteración y una trampa bien calculada. ¿Para qué? Para que a la suma de los votos totales de cada uno de los tres candidatos propuestos, el porcentaje que se conoce como mayoría calificada no se diera, no cuadrara.
¿Qué alegaron los Senadores panistas? El pretexto porcentual donde se consideraron los dos votos adicionales dobles. Volvemos a repetir votaron 114 senadores, pero dos de ellos emitieron, cada uno, otro voto adicional, mismo que no razonaron previamente, antes de depositarlo en la urna y expresar la causa y el motivo de tal comportamiento ajeno al proceso directo en que se hallaron inmersos.
¿Qué alegaron después de simular un conteo real, pero no la razón por la que dos de las Senadores habían introducido voto doble a la urna? Expresaron, a toro pasado, que tal y tal senador, hombre y mujer respectivamente, están impedidos de depositar su voto directamente por desplazarse en forma de Silla de Ruedas.
¿Y que acaso la mesa directiva del Senado de la República, su Presidente, no cuenta con personal de apoyo para que en casos como estos proceda en auxilio de quienes enfrenten tales impedimentos?
Igual hubiera pasado, dadlo el caso, si los Senadores que se abstuvieran de votar, un tercer Senador cualquiera lo hiciera por ellos y de esta forma violentar la votación DIRECTA Y PERSONSAL.
Otro tanto acontecería con los Senadores ausentes en la Sesión del caso y encargaran a un tercero lo hiciera por ellos. ¿En un proceso electoral común y corriente, esto está permitido? NO; pero eso no vale para la autoconciencia tramposa, acostumbrada al fraude, esto se ve como normal.
¿Qué proponen y que intentan ahora? Absurdos y más absurdos, como la misiva que le dirigen a Rosario Piedra de Ibarra, triunfadora en ese proceso con 64 votos directos de sus compañeros Senadores, que renuncie a tomar posesión de Ley en el cargo que obtuvo; además se dirigen a la Presidente del Senado, para que anule el proceso interno de designación respectivo del cargo de COMISION NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS.
¿Qué otra cosa se proponen? impedir que se realice la Sesión de esa Cámara y para ello han desplegado una campaña de confusión y desprestigio del propio cuerpo Senatorial, acusando de los actos fraudulentos que ellos mismos llevaron a cabo, para que el capricho de unos cuantos se imponga a la mayoría calificada que eligiera a Rosario Piedra Ibarra, como la nueva y digna titular de organismo de los Derechos Humanos.
Ni siquiera los dos aspirantes contendientes, que obtuvieran una votación minoritaria, han objetado la legalidad del proceso; pero eso poco importa a quien utilizan cualquier forma deforme, oposicionista para desvirtuar las acciones constitucionales de esa fracción derechista senatorial.
Así se las gastan los panistas, así proceden en compañía de las fracciones que no tienen más recurso que manifestarse en contra de Gobierno de AMLO Y TODO LO QUE SE LE PAREZCA.
Esta misma minoría parlamentaria, cada que les es adversa alguna determinación legislativa en esa Cámara, o también en la de Diputados Federal, recurre a la controversia constitucional, como si un poder pudiera estar por encima de otro y la competencia y la división de poderes y la soberanía de los órganos constitucionales fuera un bel canto democrático, pero nada más.