ALHAJERO
Personal que recorrió los distintos puntos en que fueron masacrados miembros de la comunidad LeBarón, apunta hacia una hipótesis muy distinta a la de la “confusión”, que están manejando algunas autoridades.
De acuerdo con lo que vieron in situ –particularmente en el primer punto de ataque, cerca de La Mora–, su presunción más firme es que se trató de “una emboscada”. Esto lo consideran por dos hechos:
1.-Había un vehículo, tipo camión de redilas, bloqueando el camino (de terracería).
2.-Los disparos se hicieron desde un montículo, a una distancia de entre 70 y 80 metros.
A partir de estos indicios, se abren varias posibilidades: una de ellas es que pudieran estar directamente esperando a la familia LeBarón por algún agravio o problema directo con esa comunidad; o bien, que los estuvieran aguardando igualmente a ellos, pero para provocar y retar al Estado.
Otra –la manejan también en el gabinete de seguridad– es que las mentes detrás de esta masacre tomaran como blanco a la propia comunidad mormona para elevar la magnitud del problema de inseguridad y provocar un problema a nivel binacional.
Sea cual sea la razón de semejante barbarie (mataron a tres mujeres adultas y seis niños), lo que parece estar tomando forma y cimentándose, es la hipótesis de que “los estaban esperando”. El tema, como ya hemos visto, ha tensado la relación con Estados Unidos. Funcionarios y legisladores del otro lado de la frontera exigen un cambio en la estrategia de seguridad del Gobierno mexicano. El propio Donald Trump quiere guerra y ofrece enviar a su ejército para “borrar de la faz de la tierra” a los culpables.
Andrés Manuel López Obrador ha pedido respeto a la soberanía. Habrá cooperación, ha dicho, en el marco de los acuerdos bilaterales.
Pero la exigencia de resultados –y de intervención para “proteger” a sus connacionales– sube de tono cada día que pasa. Los medios de comunicación estadounidense no han dado tregua. La presión aumenta.
Con poco tiempo cuenta el Gobierno mexicano -semanas acaso- para resolver el caso de manera que satisfaga a las autoridades de EU. Por ahora, el margen que los vecinos del norte han obsequiado deriva del trabajo que (les) está haciendo el gobierno mexicano en materia migratoria –digamos que han ganado punto de credibilidad– y al interés que hay en EU porque el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) salga adelante.
Pero ese lapso es corto, muy corto. Y pronto, otro tipo de presiones más fuertes habrán de venir.
Todos deberían estar conscientes de ello y dejar de lado competencias (que si es estatal o federal) y burocracias. Ya habrá otras ocasiones para echarse la bolita. Pero en este caso no hay tiempo qué perder.
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GEMAS: El ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, considera postularse a la Presidencia de Estados Unidos para 2020 para competir contra Trump.