POLÍTICA Y FICCIÓN
En la conferencia matutina, del Presidente de la República, que se efectuó el día 31 de Octubre, de este año, se puede dar cuenta de varias características en la personalidad de quien tiene bajo su responsabilidad, los destinos de nuestro país, dos de ellas, a destacar es, la intolerancia ante la crítica de los medios de información y otra más, el desconocimiento generalizado en los derechos humanos que demuestra en su accionar y en su línea discursiva. En cuanto ve a su intolerancia ante la crítica de quienes tiene la noble labor de informar, en esta conferencia matutina, se hizo notable, al demostrar su molestia ante los constantes requerimientos, reflexiones y quejas entre líneas de lo que ocurrió en días pasados en el estado de Sinaloa, que derivo en la liberación de un presunto delincuente, se aventuro a citar al hermano del ex presidente Francisco Ignacio Madero, y haciendo alusión a la prensa soltó: “muerden la mano, de quien les quito el bozal”, añadiendo que nadie sería perseguido, censurado, limitado en sus manifestaciones, sin embargo la desastrosa comparación ya estaba hecha, lo cual a lo largo de la jornada, genero el esperado reclamo de la comunidad periodística en nuestro país. Ahora bien, en cuanto ve al desconocimiento general de los derechos humanos, en esta misma conferencia, ante la pregunta de la corresponsal del semanario Proceso, en donde le pide el nombre del responsable del fallido operativo en Culiacán, el presidente le pide al Secretario de la Defensa, proporcione el nombre, por lo cual el requerimiento fue cumplido a satisfacción y en una notable violación a los derechos humanos del militar en cuestión, añadió el encargado de la seguridad nacional, que el grupo militar al mando del elemento exhibido ante los medios, tomó una decisión sin autorización de los altos mandos militares. Esta conducta desplegada, resulta del todo contraria, a lo dispuesto por el numeral 16 en su segundo párrafo del Texto Constitucional, así como lo señalado por el numeral 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y 17 del Pacto Internacional, de Derechos Civiles y Políticos, quienes en su conjunto reconocen el derecho humano a la intimidad. La Suprema Corte, refiere en una tesis aislada lo siguiente: ”Así, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que el ámbito de la privacidad se caracteriza por quedar exento e inmune a las invasiones o agresiones abusivas o arbitrarias de terceros o de la autoridad pública, y prohíbe ese tipo de injerencias en la vida privada de las personas, enunciando diversos ámbitos de ésta, como la vida privada de sus familias” todo esto, fue justamente lo que no hizo la autoridad en esa mañana en el Palacio Nacional, lugar donde despacha el Presidente de la República, el mismo, que al tomar posesión del cargo, juramento guardar y hacer guardar la Constitución. Como en antaño, como en gobiernos anteriores, desde la investidura de la figura presidencial se violentan los derechos humanos de las personas, en nuestro país, ello obliga necesariamente a que los ciudadanos, sin filias ni fobias políticas estemos atentos a cualquier conducta desplegada por nuestros gobernantes, y que bajo ninguna circunstancia se tolere o se justifique acciones como las descritas en este apartado. Se repite, la constante de esta llamada cuarta transformación, que es la de los claroscuros, aun es tiempo de rectificar y dejar para el ámbito de lo privado las rabietas e intolerancia ante las críticas de una sociedad ansiosa de ver el tan anunciado cambio en la forma de hacer política.