ALHAJERO
Hace apenas un par de días que Gabriel García Hernández salía de la reunión con Andrés Manuel López Obrador, con la novedad de que sus súper delegados en el país se portaban muy bien, que ni siquiera un jalón de orejas habían recibido por parte del Presidente de la República.
El coordinador general de los programas de Bienestar hasta se dio el lujo de bromear con los periodistas:
-Si nos hubiéramos portado mal, no hubiera sido nada más jalón de orejas. Seguramente nos hubiera tocado esquina con orejas de burro y quizás expulsión…
Pero nos hemos portado bien, aseguraría el encargado de coordinar toda la maquinaria de los Servidores de la Nación (alrededor de 18 mil 500 elementos distribuidos a lo largo del país).
Ciertamente, pocos creyeron en sus palabras. El propio López Obrador había dejado ver desde su conferencia mañanera aquel día, que estaba molesto por tanto lío que se traían en el interior de Morena y sabido es –lo declaran algunos de sus propios dirigentes– que García Hernández ha metido la mano en esa historia.
El caso es que ayer, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, apuntó también el dedo flamígero hacia los súper delegados: 10 de ellos –precisó– son investigados por el posible uso irregular de programas sociales.
Mencionó 12 denuncias dirigidas a los delegados de Aguascalientes, Chihuahua, Chiapas, Colima, Guanajuato, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora (el caso de Jalisco, ya va avanzado.
Ayer mismo el ex delegado Carlos Lomelí compareció ante la SFP).
Distintas razones y acusaciones versan en cada caso. No necesariamente tienen que ver algunas con el tema del proselitismo con vistas a la elección del próximo dirigente nacional de Morena, pero a fin de cuentas algo parecen andar haciendo mal.
De hecho, desde principios del mes pasado, María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Bienestar, solicitó a Gabriel García instruir a los delegados de Programas para el Desarrollo que sus funciones se realizaran “en estricto apego a los principios constitucionales que rigen al servicio público”.
Ayer, desde la tribuna de la Cámara de Diputados, Irma Eréndira Sandoval advertiría a su vez:
-Todo aquel que se encuentre culpable o con indicios de responsabilidad administrativa o con vista de responsabilidad penal por uso de recursos, será sancionado. Esta utilización de programas sociales se tipifican como delitos graves y tienen prisión oficiosa.
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GEMAS: Obsequio del diputado Pablo Gómez (Morena): “Sebastián Piñera, presidente de Chile, provocó al tigre con su inicuo neoliberalismo pinochetista. Luego, desató al Tiranosaurio Rex. Provocó así una trágica crisis política, la que, para ser reconducida, requiere su retiro voluntario”.