DESDE LOS BALCONES
((Nadie la tiene ganada, ni todos la tienen perdida en Querétaro))
El PAN y el PRI, antes que definirse por nombres y personajes, habrá que caracterizarlos por su riqueza acumulada en la política, no en la industria y el comercio, sino formando parte de los gobiernos municipales de donde saltan a ocupar posiciones en la Cámara de Diputados, en las regidurías y otros cargos que tienen que ver con la industria de la construcción.
Políticos cepa, políticos completos, como pudieran llamarse, no existen, se perdieron en el curso de muchos sexenios. Desde que el PAN territorializó la politica, regionalizándola y ajustándolos a la capitalización de la tierra, ésta se convirtió en el factor central de poder; por eso la gubernatura de Querétaro, por caso, es la clave y la piedra angular alrededor de la cual se mueven todas las cofradías políticas que se hicieron a partir del gobierno de Vicente Fox y Felipe Calderón, sumados al financiamiento que cada quien tuvo de la Secretaría de Hacienda, desde donde los diputados federales, sobre todo del pan, recibieron fuertes caudales de dinero para alcanzar sus objetivos económico políticos.
La realidad política del país y la de Querétaro ha cambiado. ¿qué tanto? El actual gobernador Francisco Domínguez se desenvuelve en la cuerda floja del cambio que se realizo en el país, confiando quizá en que podrá adulterar los procesos electorales en todos los municipios, a lo largo del estado, para hacer triunfar a quien el determine como candidato al gobierno y desde ahí toda la escala de posiciones municipales y estatales.
Esgrimen como poder electoral las siglas industriales y patronales de todo tamaño, tanto como las coyunturas que se abran en contra de las políticas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; por eso el gobernador Francisco Domínguez Servién, centra sus cortejos en aquellos miembros del gabinete que considera proclives a sus intereses y que le servirían eventualmente para atenuar la contradicción general entre los gobiernos panistas, sus dirigentes actuales y del pasado, así como los nuevos miembros integrantes de la cuarta transformación.
¿Se encuentra dividido el PAN? No solo muestra fisuras orgánicas dentro y fuera de los miembros del CEN, sino que existen enfrentamientos y cuentas políticas pendientes de saldar y cobrarse.
Felipe Calderón, por ejemplo, es difícil que logre registrar el nuevo partido que intenta formar, o que regrese al que lo llevo al poder; esto tendrá una significación electoral y política en Querétaro. ¿Por qué? Por el fuerte asentamiento que tuvo y tiene a través del gobernador Domínguez Servién y el respaldo que a éste dieran todos los secretarios de hacienda de ese gobierno calderonista.
Algo o mucho de lo que va a decidir las cosas en Querétaro, radicará en quien tenga mayor y más fuerte financiamiento y quien lleva supremacía es el actual gobernador Domínguez, que se caracteriza por favorecer fuertemente a la prensa, a la local y a la nacional, como lo ha demostrado a lo largo de las filtraciones negras que desde Querétaro han salido al plano nacional político.
Dejamos de exponer y analizar las personalidades que se hallan al frente y con el interés de aspirar al gobierno estatal y a todas y a cada una de las posiciones subalternas que le acompañan a este cargo en el proceso electoral por venir. Esto último implicaría un análisis de las camarillas y los grupos que pululan en la política y las formas como se sumarán el resto de los partidos y las organizaciones locales y nacionales.
Sería más sencillo partir de personalidades y de individualidades, pero eso tornaría más caprichosamente subjetiva la “política local y sus adherencias nacionales, según se admitan estas últimas. Como no llevamos prisa en adelantar vísperas, con lo expuesto dejamos pendiente el oficio de atar cabos, que a la postre de muy poco van a servir, según advertimos de las rudas confrontaciones que por dentro y por fuera tiene el pan y seguidamente el resto de los partidos.