GOTA A GOTA
A pocos días de que López Obrador rinda su primer informe, no está por demás admitir su amplio triunfo en las urnas. Pero, al propio tiempo, vale mencionar que de un padrón de casi noventa millones, solo treinta votaron por él. Y sin embargo, pareciera que México entero le ha dado una autoridad para hacer lo que le plazca. Y no es así. Pues ese politólogo remiso, debería recordar sus lecciones de Derecho Constitucional y más concretamente que este país adoptó el juicio de Amparo, institución que protege al ciudadano frente al poder. ¿Por qué entonces intenta atropellarlo cuando un juez otorga una suspensión, provisional o definitiva, de una obra como el aeropuerto de Santa Lucía? Sin duda, un escollo, un peñasco que se interpone en su navegar autoritario. Me explico: una lluvia de amparos promovidos por el colectivo ‘No más derroches’ y por las comunidades afectadas por la construcción de ese proyecto, logró la suspensión. Aunque bastaba uno solo para que el juez así lo decidiera. Impaciente el tabasqueño, pretende echar abajo la decisión judicial en nombre del interés superior de la Nación, a la par que acusa a los promovientes de conservadores y no sé cuántas cosas más. Y una de dos: o pasó de noche por las aulas o le importa un bledo la Ley Suprema, a despecho de haberse comprometido a respetarla. Ignorancia o capricho. Peligros ambos para la vida de la República, que sólo exhiben cuán débil es, desde el punto de vista ético y político, su presidencia, cuán pobre es su alegato. Pues sólo logrará imponer su voluntad, no contrariando mediante un decreto violatorio del orden constitucional, sino suspendiendo las garantías individuales. Gravísimo asunto que lo equipararía, sin pudor alguno, a dictaduras como la venezolana. Tal vez lo haga. Y tal vez su ‘pueblo’ se ponga feliz, feliz, feliz. Pues verá en su gesto una osadía plausible. Tal vez lo haga con una sonrisa; una sonrisa tan suya detrás de la cual se esconde el puñal. ¡Total, una puñalada más en el cuerpo vulnerable de la Nación!
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Sufragio efectivo, no reelección. Respeto a la división de poderes. Sí a la vida y a la libertad de expresión. No más derroches.