ALHAJERO
La postura de Marko Cortés frente al conflicto en Baja California (BC) lo pinta de cuerpo entero.
Por un lado —a diferencia de la posición del senador Damián Zepeda en la Comisión Permanente— indicó que no le pedirán al gobernador Francisco Kiko Vega, publicar la reforma que amplía el mandato de dos a cinco años al morenista Jaime Bonilla, aun y cuando no hacerlo impida presentar acciones de inconstitucionalidad.
El dirigente nacional del PAN decidió que como el Congreso de Baja California también puede publicarla, pues mejor esperarán que el próximo Congreso local (ya con mayoría de Morena) lo haga y sean ellos “quienes queden marcados” por promulgar una reforma de esa naturaleza.
O sea, la mezquindad partidista por delante; no la lucha por la democracia por la que tanto se desgarraron los legisladores blanquiazules antier.
Por otro lado, Cortés Mendoza (sí, el presidente de Acción Nacional, por si no le suena el apellido) sostuvo que desde diciembre, o al menos desde principios de año, Morena tenía la intención de ampliar el mandato de Bonilla.
Según contó en plena rueda de prensa, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, le propusieron un intercambio: darle al PAN la candidatura interina en Puebla, a cambio de ampliar el mandato en Baja California.
Rechazaron el ofrecimiento. Incluso, dijo, se reunió con sus diputados locales —con mayoría en el Congreso— para instruirlos a rechazar la iniciativa de Morena (lo cual sus representantes se pasaron por el arco del triunfo).
Ahora bien, ¿por qué tal actitud y por qué revelar hasta ahora esa historia?
La respuesta, a decir de Juan José Rodríguez Prats, presidente de la Comisión de Doctrina de Acción Nacional, está en la personalidad de Marko Cortés: “En su mezquindad como persona y en su irrelevancia como dirigente”.
Desde su perspectiva, “Marko ve el trasero del que va adelante…; no tiene mirada de horizonte… ¿Qué caso tiene que lo diga ahorita?”, pregunta el propio chiapaneco avecindado en Tabasco.
Insiste: “El PAN ha venido actuando tarde. Si se enteró de esa acción desde diciembre o enero, ¿por qué no la detuvo? Ahí está la habilidad del líder. Pero él va tarde en todo, tapamos el pozo con el niño ahogado”.
En cuanto a las intenciones de Andrés Manuel López Obrador en este asunto, Rodríguez Prats lo que ve es la búsqueda —por parte del Presidente de la República— de posicionar al mayor número de gobernadores posibles de su partido rumbo al 2024.
Y no porque AMLO quiera reelegirse, sostiene, sino más bien para poder dejar un sucesor: La Cuarta Transformación “es un proyecto transexenal”.
GEMAS: Obsequio de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México: el asesinato de dos ciudadanos israelíes en Plaza Artz fue resultado de “arreglos con la mafia israelí”.