El Reino Unido ha dado a conocer finalmente las líneas generales del plan para dejar de formar parte de la Unión Europea, que tendrá como objetivo abandonar por completo el bloque de países, en lugar de optar por una medida que “nos deje a medio dentro, medio fuera”, afirmó el martes la primera ministra británica, Theresa May.
May afirmó que Gran Bretaña no “se aferrará a fragmentos de membresía” ni buscará una asociación parcial con el grupo. En lugar de eso, manifestó que su país forjará una “nueva e igualitaria alianza” con Europa.
Presentando su visión de futuro para Gran Bretaña, May dijo que quiere que su país emerja “más fuerte, más justa, más unida y más orientada hacia afuera que antes”.
Aunque en su discurso del martes señalaba que Gran Bretaña abandonará el mercado único de la Unión Europea, la primera ministra insistió que buscará el mayor acceso posible al mismo logrando una unión aduanera con los otros estados de la UE y eliminar todas las barreras posibles al comercio.
May añadió que Londres buscará un acuerdo de libre comercio con la UE después de abandonar el bloque. Sin embargo, la negociación de esos acuerdos suele requerir varios años.
Respecto al movimiento migratorio, dijo que su país asegurará el control de la inmigración desde Europa durante el proceso de salida y prometió garantizar los derechos de los ciudadanos europeos residentes en la UE lo antes posible.
May comentó que si bien Gran Bretaña sigue siendo un país abierto y tolerante que quiere atraer talento, la inmigración pesa sobre el sistema escolar, la salud pública y otros servicios.
Por último, informó que el Parlamento británico podrá votar sobre el acuerdo final de divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea, el cual será sometido a votación en las dos cámaras antes de entrar en vigencia.
Sin embargo, no aclaró qué sucederá si el voto es adverso al acuerdo. Una corte había dictaminado en noviembre que el gobierno de May necesitaba la aprobación de la Cámara de los Comunes antes de invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que le permite abandonar la Unión Europea.
Se espera en las próximas semanas un fallo de la Corte Suprema sobre si el Parlamento tiene obligatoriamente voz y voto en el asunto. Posteriormente, Londres tendrá dos años de plazo para negociar un acuerdo.
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