PLAZA DE ARMAS
- Desayunan Gilberto Herrera y Carlos Peñafiel
- Ya candidatean a “El Gavilán” para El Marqués
- Vigente decreto del premio de Ezequiel: MALH
- Ausente Fernando Ortiz Arana en el homenaje
La ahora Vieja Generación: Sabino
Personaje.
Antonio Calzada Urquiza, muerto el sábado, gobernó y renovó al Estado de 1973 a 1979, acompañado de lo que llamó “Una nueva generación”, con el debut de jóvenes como Mariano Palacios Alcocer y Fernando Ortiz Arana, más tarde presidentes nacionales del PRI.
El primero fue gobernador como él, el segundo dos veces candidato. Mucho tiempo después llegaría al poder su hijo José Calzada Rovirosa.
Era otro Querétaro.
Él modernizó lo modernizable, convirtiendo la antigua carretera Panamericana en la Avenida Constituyentes y conservó lo esencial, el Centro Histórico, ampliando la zona de andadores y dándole un entorno espectacular al Teatro de la República al recorrer las construcciones de la tres equinas frontales, incluida la histórica del Águila de Oro.
Arquitecto de profesión, cuidó y embelleció la ciudad.
En las entradas de la ciudad, como la de Los Arcos, se anunciaban 120 mil habitantes. La capital terminaba al sur en la Colonia Burócrata y en su administración apareció Lomas de Casa Blanca.
Por el norte llegaba a Gamitos (hoy Arboledas) y más al poniente la Colonia Obrera. El oriente estaba virgen. Después de Carretas sólo estaba Los Arquitos.
La Mariposa y El Salón Querétaro eran algunos de los lugares de reunión. ¡Ah! y otro más, al que mencionó Calzada Urquiza en una aguda entrevista con Proceso: “Mis críticos son borrachines de café que se reúnen en La Flor de Querétaro”.
De los tres lugares mencionados sólo subsiste el primero.
En su sexenio se promovió intensamente la industrialización trayendo más fábricas de los grupos Chihuahua y Monterrey y la internacionalización invitando embajadores. De ahí, curiosamente, se renombraron comunidades rurales de la entidad: Jamaica, Corea, Senegal, etc. con la presencia de los primeros ministros de entonces.
Igualmente se edificaron el actual Centro Penitenciario y el Rastro.
Su primer alcalde, Jorge Torres Vázquez, iluminó Los Arcos con menos presupuesto y mejoró el sistema de limpia, empeorado por el anterior ayuntamiento. El segundo edil capitalino, Mariano Palacios Alcocer, construyó varios mercados, entre ellos el actual de La Cruz y El Tepetate.
Igualmente debe destacarse, de ese sexenio, el prestigioso Tribunal Superior de Justicia encabezado por el ex gobernador y ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Agapito Pozo Balbás acompañado por los magistrados Fernando Díaz Ramírez, rector fundador de la UAQ y Antonio Pérez Alcocer, último director del Colegio Civil. Irrepetible.
Y, ahora que se habla de la equidad de género, recordar que en su sexenio una mujer contestó por primera vez un informe de gobierno: la diputada priista Magdalena Peimbert Gaytán, tía de la diputada Marcela Torres Peimbert.
Perteneció Antonio Calzada a un clan de gobernadores jóvenes -con Luis H. Ducoing, de Guanajuato, que ayer estuvo presente en la misa, Pedro Zorrilla de Nuevo León, Carlos Armando Biebrich, en Sonora y otros- impulsado por el presidente Luis Echeverría Álvarez y retomado, infructuosamente, por el secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, para su proyecto sucesorio en 1976.
La relación de don Antonio era cercanísima, tanto que el entonces jefe de Bucareli, su compadre, fue padrino de bautizo de José, también ex gobernador y ex secretario de Agricultura.
A la hora de la hora la decisión favoreció al secretario de Hacienda, José López Portillo.
Tras su destape, disciplinado el queretano marcó la pauta en el arranque de la campana y desde La Mansión (hoy San Gil), en una entrevista con Joaquín López Dóriga para 24 Horas, admitió su vinculación a Moya pero también su aceptación a la decisión del partido, lo que el candidato aprovechó al día siguiente, en Tequisquiapan, para reconocer a quien no negaba amistad y a la vez declaraba institucionalidad.
“Todos” fue la palabra de inclusión lanzada por López Portillo para sumar a los que no pensaban en él, o sea a la mayoría.
Viene esto a cuento porque el arquitecto Antonio Calzada Urquiza, el decano de los gobernadores de Querétaro, falleció a los 88 años de edad el sábado y y ayer fue despedido por sus familiares y amigos en el Seminario Conciliar de Hércules, con una misa oficiada por el Obispo Faustino Armendáriz.
En esta casa editorial no olvidamos y le agradecemos que hace nueve años, al nacer Plaza de Armas, El Portal de Querétaro, nos concedió la primera entrevista para el nuevo medio informativo de su estado, frente a un café en el Hotel Mirage. Desde entonces y tras el nacimiento del periódico, junto con su esposa Anita, estuvo atento a nuestras publicaciones, con comentarios y observaciones oportunas desde la atalaya de su experiencia.
Descanse en paz, don Antonio Calzada.
Irrepetible.
-OÍDO EN EL 1810-
Juntos.
Desayunaron el sábado en el Tocks de 5 de febrero dos protagonistas del pasado proceso electoral: Gilberto Herrera Ruiz, senador con licencia y súper delegado federal y Carlos Peñafiel Soto, presidente estatal de Morena y embajador de México en la República Dominicana.
Se les veía animados.
-¡PREEEPAREN!-
Nuevo PRI.
Ya se andan organizando en El Marqués para echar a volar a “El Gavilán”, Gabriel Olvera Gutiérrez, en las elecciones del 21. Lo quieren para presidente municipal, que porque suma independientes, priistas, panistas y hasta perredistas. Imagíneselo contra Enrique Vega Carriles, que podría ir por su reelección y cuarto periodo.
A menos que el PAN decida suicidarse con Elsa Méndez.
Somos nada.
-AAAPUNTEN!-
Medalla.
Marco Antonio León Hernández, que como legislador local promovió la creación del premio de periodismo “Ezequiel Martínez Ángeles”, aseguró el sábado en Radio UAQ que sí hay un decreto que obliga a su entrega y que los diputados de la anterior Legislatura y los de ésta –tan sensibles a la crítica- han incumplido.
Omisos.
-¡FUEGO!-
Ausentes.
Estrella de la Nueva Generación de Antonio Calzada Urquiza (73-79) se advirtió la ausencia de Fernando Ortiz Arana, secretario de gobierno en su administración y proyecto para sucederlo. Tampoco vimos a Jorge López Portillo, a quien Pepe Calzada le obsequió su interinato.
¡Porca miseria!