JUEGO PROFUNDO.
Ciento veinte segundos. Eso fue lo que resistió la portería del equipo cubano sin gol en contra. Solo ciento veinte segundos bastaron para confirmar la inmensurable diferencia que ya todos sabemos que existe entre el equipo cubano y el combinado mexicano. En solo ciento veinte segundos se desnudo el verdadero nivel de la CONCACAF. Estos partidos de poco o nada sirven el combinado mexicano;¿Vale la pena hacer algun análisis? Me parece que no, considero que fue un espectáculo meramente entrañable para nuestros paisanos en Estados Unidos. Tratando de ser positivo y buscando siempre sacar lo mejor de cada situación, lo único rescatable es la seriedad que el Tata Martino ha impregnado a este equipo, me gusto que a pesar del marcador tan cómodo, ningún jugador intentó hacer cosas ajenas a su función, me gusto que a pesar de la aplastante diferencia, el equipo no perdió seriedad y no se salió del guión, y eso sin duda es parte de la personalidad del Tata. Considero importante que el equipo mexicano no se echara a la hamaca relajandose; la brutal diferencia no es culpa de los jugadores y ellos lo asumieron e hicieron lo necesario para pasar este partido de tramite. El no intentar regates sin sentido, jugadas de fantasía, jugar con la dosis de seriedad y aplicar esa cantidad de goles a un equipo tan débil, para mi es una señal de respeto. Y para esto, se me vino a la mente una anécdota del futbol español donde aplica ese concepto de respeto.
Hace algunos años, en noviembre de 2010, el Barcelona de Guardiola dominaba la liga española y se enfrento al Almería, que en ese entonces era dirigido por el gran amigo y mentor de Pep: Juan Manuel Lillo (aquel que también digirió a los Dorados de Culiacán en el 2005 y que critico abiertamente la influencia de Televisa en el futbol mexicano); en ese partido Lillo se jugaba su permanencia en la dirección técnica: si su equipo ganaba o mínimo tenia un desempeño digno ante el poderoso cuadro culé, seguiría al mando de los de Almería; en cambio, si perdía (como era de esperarse), se tendría que marchar del equipo. Esto, de manera personal, para ambos entrenadores sin duda ejercía una presión diferente a cualquier partido; especialmente para Pep: la victoria haría que uno de sus mejores amigos, con el que tanto compartió conceptos de futbol y que incluso habían viajado hasta el otro lado del mundo juntos para seguir practicándolo, perdería el puesto de trabajo. El partido empezó como todos esperaban; con una superioridad aplastante del FC Barcelona. Con un marcador cómodo a favor, en el medio tiempo, cuentan que Guardiola, apenado porque el resultado significaría el despido de su amigo, se acerco a Lillo en los pasillos rumbo a los vestidores y le dijo él le pediría a sus jugadores que bajaran un poco el ritmo para tratar de hacer menos escandaloso el marcador. Juanma Lillo le pido a su amigo que no le faltara el respeto; que si lo estimaba y lo respetaba, entonces le pidiera a sus jugadores que no bajaran el ritmo y que jugaran como ellos sabían hacerlo. Le dijo que por la misma cercanía personal que tenían, la mayor señal de respeto que podía darle, era de jugar al máximo nivel contra su equipo. Al final, al Almería le cayeron ocho y a Juanma Lillo les costo el despido. Ninguna de estas cosas impidió que Lillo se despidiera con un beso del que consideraba su alumno y amigo, felicitándolo por que con ese abultado marcador, el Barca igualaba el récord de goles a domicilio en la liga. Por eso menciono que se le jugo al equipo cubano con respeto. El marcador solo indica la diferencia entre el amateurismo y el profesionalismo. Nadas mas alla que rescatar de ese entrenamiento televisado; probablemente un interescuadras dejaría mejores análisis.
Por otro lado, en el cono sur, se esta jugando una Copa America surrealista. Con aparentemente un nivel mas alto, y digo aparentemente porque el nivel que se vio en el partido de Peru vs Venezuela podría ser fácilmente “concacafkiano”. Un partido pobre, donde Gallese, el portero peruano que tuvo un paso fugaz por el Veracruz, fue la figura del mismo. Y digo surrealista por que los intereses comerciales han abrazado nuevamente la desorganizada CONMEBOL permitiendo la participación de Qatar y Japón; puedo pecar de tradicionalista, pero no me gustan esos circos y/o experimentos. Hasta hoy, en pocos días ha sido una Copa America diferente, una Copa America donde incluso Messi se ve triste.
Y a los que se preguntan por que México prefiere jugar una desvencijada Copa Oro a una Copa America, la respuesta es nuevamente evidente: los dólares que genera una asistencia de mas de 70 mil personas para ver un México vs Cuba no se obtienen en ningún otro lado. Para darnos una idea de los ingresos, hubo mas gente en ese partido que en el debut de Brasil en la Copa America, donde ingresaron poco mas de 46 mil aficionados. En un mismo continente, en ambas copas, el marcador hasta ahora es: Directivos de Pantalón Largo 1 – Futbol 0.
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