EL JICOTE
Primero la autocrítica, me equivoqué al apostar a Ebrard que le pagaba doble contra sencillo a que Trump aplicaría los aranceles independientemente de la negociación. Qué bueno que no me leyó el Secretario porque me hubiera despelucado. Las razones de mi desafío tan engreído es que Trump le importa muy poco el comercio y la migración, sabe que su actitud de bravero de barrio es muy bien recibida por un amplio sector de los americanos. Prueba de ello es que fincó su campaña presidencial sobre la base de la construcción del muro y con esa bandera triunfó en las elecciones, lo de los aranceles es simplemente una vuelta más a la tuerca, ahora que está a punto de iniciarse el proceso electoral gringo.
También me equivoqué porque el Sub secretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, afirmó reiteradamente, bajo el apoyo presidencial, que la política migratoria ya había cambiado, que quienes quisieran emigrar serían recibidos con los brazos abiertos. Declaraciones que el Presidente enriquecía afirmando la tradición histórica de México en la defensa de los derechos humanos y la convicción del gobierno de no criminalizar la migración. El tono humillante de Trump propició una respuesta de López Obrador de que no era timorato ni cobarde y convocó a un “acto de unidad en defensa de la dignidad de México y en favor de la amistad con los Estados Unidos”. Se llamaba a la defensa de la dignidad era porque precisamente se estaba atacando esa dignidad. Ante un escenario de Trump prepotente y denigrante no podía responderse enseñando el cobre cediendo en todo. Por todos estos elementos me equivoqué. No hubo tal negociación fue la total sumisión a las demandas de Trump. Éste se cuelga ante sus ciudadanos la medalla que nos dobló las manos. Si hasta algunos miembros de su propio partido lo acusan de abuso de poder, no podemos entonces vanagloriarnos de nada.
Con la mente fría debemos reconocer que Trump supo disimular su maniobra electoral de los aranceles con datos que avalan interna y externamente su decisión. Los datos fríos son: se registró en las aduanas de Estados Unidos, durante el mes mayo, la detención 144 mil inmigrantes, 32% más que en abril, la más alta de los últimos trece años; las solicitudes de migración en estos cinco meses se elevaron en un 300%. Vamos a pagar, las consecuencias de la acción y la inacción del gobierno. La acción, una equivocada política migratoria; la inacción, un descuido absoluto de nuestra frontera sur. Reflexionemos la experiencia y veamos para adelante.