ENCUENTRO CIUDADANO
Hoy se cumplen 23 días del incendio que ya arrasó con más de 2 mil hectáreas de bosque en la Sierra Gorda de Querétaro y que acabo con la vida de los cinco tripulantes del helicóptero MI-17 de la Armada de México que se desplomó en Jalpan de Serra. Ante este hecho las autoridades queretanas reaccionaron con desdén e indolencia, ya que apenas el 22 de mayo el Grupo Legislativo del Partido Acción Nacional (PAN) en la LIX Legislatura del estado, llamó no al gobierno estatal, sino al federal para que a la brevedad enviaran apoyo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), a fin de sofocar el siniestro. La situación no es para menos, ya que de acuerdo con la Conafor, entre el 12 y 18 de abril, Querétaro sufrió la mayor afectación de superficie en lo que va del año, debido a seis incendios forestales que se registraron en ese periodo. Y no fue sino hasta la semana pasada, que el gobernador Francisco Domínguez se presentó en la zona. Nunca se tomó el evento en la magnitud que presentaba, ni se ha manejado alguna carpeta pública de investigación de los incendios ocurridos en el estado. Lo anterior viene a cuento por la declaración de Integrantes de la brigada 36 de Bomberos de San Juan del Río, los que afirman que el o los incendios registrados en la zona de San Juan de los Durán, en el municipio de Jalpan de Serra, son provocados y que de ello pudieron cerciorarse mientras realizaban algunas brechas en uno de los 4 frentes del incendio. Otra versión apunta a la quema pecuaria como la causa del incendio en Jalpan, que se considera una tragedia ambiental sin precedentes en el estado al consumir ya tres mil hectáreas de la Reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda. En palabras de los pobladores: “Es un incendio muy virulento. Todo apunta que lo provocó una quema pecuaria, quemar un potrerito para que retoñe el pasto”. Y la indolencia estatal ha sido casi total, desde el desinterés en los primeros quince días, la declaración de emergencia, la falta de un plan de acción, la atención personal del gobernador, la coordinación con el gobierno y las instituciones federales, a fin de frenar a tiempo lo que es ya una tragedia ecológica y social.
Pero ante este panorama, destaca la participación de los habitantes de las localidades, quienes forman brigadas y armados de picos y palas, así como de contenedores de agua para entrar de manera directa a enfrentar el fuego, el cuál se detiene con las herramientas del campo al abrir brechas y zanjas, palear tierra y contenerlo. Cabe señalar que a esta faenas se unió de manera decisiva la Universidad Autónoma de Querétaro, abriendo un centro de acopio para apoyar a los brigadistas que trabajan en sofocar el incendio en la comunidad de San Juan de Los Durán, así como realizar una campaña de apoyo financiero. Ahora, los municipios con mayor superficie forestal son atendidos con sus propias brigadas y vehículos, así como personal efectivo, la comisión nacional de áreas naturales protegidas también participa con brigadas y personal a disposición, mientras que en el caso de la CONAFOR se cuenta con solo tres brigadas oficiales y dos vehículos para descarga de agua, así como seis vehículos para transporte de brigadas. De ahí la severa crítica a los recortes federales al presupuesto para la atención de siniestros como los incendios.
Y a nivel estatal, como Nerón (el emperador romano), mientras el horizonte ardía, Domínguez inauguraba un nuevo y próspero negocio.
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