DESDE LOS BALCONES
Sorprende la intuición política de las masas populares, especialmente la de las gentes más sencillas, los hombres y las mujeres de mayor edad, pero también los jóvenes que se miran y asisten en los mítines.
Los intelectuales y los clase medieros nos equivocamos casi siempre al juzgar los hechos y los acontecimientos que escapan al cartabón tradicional de la política. ¿Por qué pasa esto? Dirían algunos, Por exceso de autoconciencia, por la cosificación mental con que acartonamos la realidad, nuestros intereses y la individualidad de cada quién. LO mismo pasa con las camarillas y las cúpulas partidarias, aposentadas en la mecánica de su hegemonía que acaso refleja, más bien, la inercia de esos particularismos.
Estábamos observando la concentración nutrida en el mitin del Estadio de la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, en la ciudad de Querétaro y las reacciones de la gente frente a las expresiones de don Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente Mexicano es un hombre de masas, a la manera como también lo fueron, en su momento, los Generales Plutarco Elías Calles y el general Lázaro Cardenas del Río; después de ellos no hubo Presidentes de la República, con vocación de masas, con sentido popular tan acendrado como lo es y se comporta Andres Manuel López Obrador; por eso todas las negaciones que le llueven de todos los rumbos, no aciertan a debilitar el núcleo de su fuerza política, creyendo y engañándose con intentar abrirle fisuras imaginarias desde dentro y desde fuera del Aparato Estatal, creyendo que con ello conseguirán algún repliegue favorables a sus objetivos e intereses.
Véase sino son así los reactivos negadores en contra de sus políticas, o en contra de su constante actuar sistemático contra los vicios del despilfarro y la corrupción que ha permeado a las finanzas y al crédito público, alma y razón de la acumulación parasitaria que ha dado al traste con las fuerzas productivas históricas del país, llámese petróleo, ferrocarriles comunicaciones, minas, bosques, etc.
Seguramente hay mucho de utopismo económico y político en las políticas de AMLO, orientación que es difícil de acompañar por los sectores medios y altos de los cuadros burocráticos y empresariales.
A Maximiliano Robespierre, “el incorrupto”, no le siguieron los borbones y los orleanistas, tampoco a Napoleón I; recuérdese los disensos con los representantes de unos y otros; Fouché y Tallenraind que seguían sus propias consejas, su experiencia y mañas, con que fingían y disimulaban ante El Corso, acuerdos y disensos tácitos.
Eso mismo hacen, de arriba a abajo, las camarillas políticas de la oligarquía mexicana, algunas de ellas replegadas en su poder corporativo y en los condicionantes que con ello imponen al Estado; lo mismo que las minorías plurinominales políticas, gran parte de las mismas con una representación meramente formal.
Sin embargo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sabe, conoce y está entendido de estas contradiciones y se mueve entre las mismas y a pesar de ellas.
Algunos gobernadores, por ejemplo, no incurren en el aventurerismo de intentar medir fuerzas con el Presidente AMLO, otros lo hacen soterradamente, simulando acompañarle hasta los límites de sus intereses, engañándose con la eternidad política sexenal propia y ajena que no existe, pero esperando revalidar sus fuentes de poder y condicionamiento que les permita sobrevivirse a sí mismos y sus grupos.
¿Quiénes de todos de estos agrupamientos toman en cuenta las fuerzas y la crisis del capital mundial y la forma como sus intereses coexisten con el crimen organizado y con la especulación legal e ilegal de todo tipo?
A Napoleón, los Banqueros Rotchild, le retrasaron los créditos por cerca de seis meses de manera tal, que cuando al fin pudo marchar sobre Rusia, el invierno le aguardaba con el desastre. Lo propio le paso al Tercer Reich; pero sobre todo, en el primero de los casos, pesó el desacierto de intentar bloquear a la gran potencia comercial e industrial que entonces era Inglaterra, frente a toda Europa. ¿Qué acontece con Brexit?
Las fuerzas económicas son las determinantes y su inserción en la economía mundial. ¿Qué alternativa le formulan a AMLO, cuando le critican la inversión en la refinería de DOS BOCA, EL TREN MAYA Y LA REHABILITACIÓN ESTRATEGICA FERROVIARIA DEL ITSMO DE TEHUANTEPEC?
¿Puede darse un proceso ininterrumpido de obtención de ganancia, renta y beneficios sin incidir directamente en el reforzamiento y apertura de nuevas fuerzas productivas? ¿Puede continuar el endeudamiento de las finanzas públicas hasta su aniquilamiento total? Si Vladimir Putin no hubiera recuperado el petróleo y el gas de Siberia, su posición de árbitro internacional, lo mismo que China, o la India, estarían a merced de la voluntad imperial UNIPOLAR. Pero el ganso popular mexicano trae azorados a los gallineros políticos que se quedaron sin gallos y sin nidales.