DESDE LOS BALCONES
Este lunes de “mañaneras” que acaba de pasar, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, firmó un acuerdo-decreto, por el que se cancelan las facultades presidenciales en materia de “Condonación de Impuesto”.
Esta fue una práctica político administrativa muy antigua, mediante la cual se hicieron grandes fortunas y quizá grandes alianzas y negocios entre los hombres del poder y los empresarios más conspicuos del país y del Extranjero, estos últimos con operaciones en México, o aquéllos otros con operaciones en el extranjero.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador se despoja de esta facultad suya, acaso discrecional antes, de manera que ahora, aun cuando lo quisiera, no podrá condonar impuestos a nadie que tuviera en “enterarlos” a la hacienda pública.
Existe la reserva sobre la identidad y nombres, de un buen número de empresarios a los que se les han condonado impuestos y, otros que se encuentran en mora de pagos impuestos, (falta de pago, con sus respectivos recargos y multas fiscales) algunos de ellos amparados, mismos que han recurrido al Amparo de la Justicia Federal para que sus nombres no se den a conocer.
Dura medida fiscal, pero muy justa, toda vez que esas condonaciones, su cuantía y monto, eran suplidas con recursos del petróleo. ¡Así cualquiera acumula capital!, dicen algunos.
¿Qué efectos tendrá esto en la recaudación de los impuestos fiscales federales y locales en todos los Estados de la República? Eso se saber muy pronto, o más temprano que tarde.
¿Se acabará con estas medidas o se mitigarán las campañas anti AMLO tan prolíficas en absurdos económicos, como aquello de atribuirle al PRESIDENTE DE MEXICO, todos los males y las contradicciones del capitalismo?
A Los poderosos de México, que suelen envolverse en el manto de la Sociedad Civil, en la realidad, un poder económico frente al Estado Político, se les habrán agotado los recursos jurídicos constitucionales a favor y en defensa de sus acumulaciones dinerarias.
No lo sabemos, aun cuando los abogados somos duchos en hallarle diez o veinte pies al gato, o lo que sea, con tal de picar y ganar pleitos, que para todo hay aliados y sutiles corrupciones.
¿La historia fiscal “constitucional” de todo esto, queda en el olvido y archivada? Es de dudarse, mientras la tierra siga calentándose por sí misma y por los avances de la industria cementera y demás contaminantes químicos que, al fin y al cabo para eso sirven las autoridades administrativas y políticas que tienen la culpa de todo. Mientras tanto, hoy el gobernador constitucional de Querétaro, debió tener este lunes su audiencia con el controvertido y gran Presidente Mexicano, don Andrés Manuel López Obrador. Ya parece esto un boletín, de esos que ya no practica, ni surten efectos publicitarios en las benditas redes y en otros medios.