DESDE LOS BALCONES
La oligarquía española y sus esperpentos literario políticos
El tiempo es el espacio en que se desarrolla el hombre “Denme tiempo para cumplir mis compromisos” AMLO
¡Qué manera de recurrir a lo más esperpéntico de la política, en España y en México, para atacar y deformar la fisonomía popular que tiene y se ha ganado el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador!
Un simple planteamiento de exculpación con lo que tuvo y tiene de esperpéntico (absurdo, deformado) la Conquista de México, fue suficiente para que detonara el odio contenido, quintaesenciado, con que las oligarquías feudales y las de la modernidad ven y admiran su dominación, arrojándole a los pueblos sometidos, el pretexto de “barbarie” y no de su tránsito y desarrollo social y político.
Hasta algunos Senadores Mexicanos de derecha, Osorio Chong y Mauricio Kuri, se sumaron y rubricaron con su aquiesencia parlamentaria, el atrevimiento de Andres Manuel López Obrador, gran presidente, por haber incomodado a los mandos del estado español, el Rey Felipe por delante, invitándolos a reconciliarse con los pueblos indios del Valle de Anáhuac, que experimentaran la devastación material y espiritual más espantosa con la destrucción de su hermosa ciudad Tenochtitlan y sus templos, realidad que Miguel León Portilla y los Frailes Bernardino de Sahagún y el renombrado Motolinía, al igual que Junípero Serra, expusieran cada uno en sus momento.
Insultos y procacidades contra Andrés Manuel López Obrador, de parte de un plagiario mandado a decir, no es medio, ni respuesta a la altura de las “perspectivas” de este tiempo.
¿Qué le pasa a la oligarquía española tan contemporizante y autosatisfecha de sí misma? Y esto no es episódico, es algo de lo que no se han curado ciertas capas españolas, desgraciadamente muchas de ellas encaramadas en el poder y amamantadas dentro de un rentismo internacional de todo tipo, pretendiendo con ello volver a avasallar y lastrar la transformación económica, social y política de México.
Nada tenemos contra la grandeza y la hidalguía española, ni nos da escozor reconocer las prodigiosas aportaciones de sus geniales espíritus universales del Teatro, la Poesía y el pensamiento filosófico.
Nombraría sólo a dos de ellos, entre cientos de miles y por lo cual perdonaría y perdono cualquier atrocidad histórica cierta, relativizando los hechos. Cito a Wenceslao Roces, el traductor del Fondo de Cultura Económica y al propio Federico García Lorca, tan querido y admirado en el mundo, no sólo en México.
¡Pero este Arturo Pérez Reverte, revertido y pervertido por los plagios literarios que carga a cuestas! ¿Cómo puede ser vocero de nadie y con qué esperpéntico “agachonismo parlamentario” le hacen seguidilla nuestros opinantes criollos, dolidos todavía del triunfo democrático de AMLO que no podrán revertir?
Magnificar, deformadamente, un evento de política internacional, como recurso para denostar al Primer Mandatario de México, tiene asomos de cierto supremacismo colonialista o neocolonialista que no se les ha agotado a las oligarquías que dicen no reconocerse en lo negativo de la historia.
Hay otros y grandes intereses de fondo que, por lo pronto no viene al caso referir. Acusamos recibo del trámite, o del trance lapidario contra AMLO, surgido desde las tierras de Don Ramón del Valle Inclán, y a cuya jurisprudencia moral e histórica nos atenemos, don Reverte, revertido grotesco, por decir lo
menos.