Cada vez somos más los que, cuando se acerca la primavera, nos empezamos a preocupar por nuestro aspecto físico de cara al verano. Lucir un físico envidiable para las próximas vacaciones se presenta como algo deseable para todos, pero requiere de esfuerzo. No todo el mundo es un experto en los entrenamientos, con lo que suele ser habitual buscar información en las redes sobre las mejores rutinas de gym.
Para los más novatos en la materia, hay que tener muy en cuenta que la planificación que hagamos de nuestros ejercicios debe estar siempre condicionada por una importante lista de cuestiones a tener en cuenta. El entrenamiento nunca será el mismo dependiendo de nuestro estado y capacidades físicas, con lo que hay que personalizar y adaptar las rutinas y actividades a cada persona. Hay que pensar en aspectos como la edad, la fortaleza física, si se ha sido una persona deportista o sedentaria, si se tiene algún problema específico de salud, o si se ha tenido alguna lesión en el pasado.
Igualmente, todo recién inscrito en el gimnasio debe de valorar cuáles son sus objetivos a largo plazo. Y es que la actividad será muy distinta en función de lo que estés buscando. No es lo mismo aquel que tiene sobrepeso y quiere comenzar por primera vez una rutina de adelgazamiento, que el de una embarazada, que el de alguien que quiere hacer culturismo, que el de un jubilado que tan solo pretende realizar ejercicios de mantenimiento de forma suave para tener una vida más saludable.
Para los usuarios comunes, que no necesitan de una gran exigencia, generalmente con unos 3 o 4 días de entrenamiento semanales suele ser suficiente. Para todos los públicos se recomienda siempre hacer una rutina de ejercicios basada en la combinación de actividades cardiovasculares en un primer lugar, con la realización de ejercicios fuerza en la sala de peso y musculación.
La actividad cardiovascular tiene 3 grandes clásicos en el gimnasio, bien conocidos por todos: la cinta para correr, la bicicleta estática y la máquina elíptica. Son ejercicios ideales para reactivar la circulación sanguínea y para quemar calorías. El tiempo de actividad dependerá de tus necesidades, si necesitas perder peso, o si solo lo haces a modo de tonificación y calentamiento.
Una vez en la sala de peso, los entrenamientos se dividen en los distintos grupos musculares, que son, principalmente, bíceps, tríceps, pectorales, espalda, hombros y piernas. Lo más habitual es que se combinen algunos grupos entre sí, con lo que algunos días trabajes 2 grupos. También es importante no saturar demasiado el mismo, ya que hay que tener en cuenta que el músculo, para crecer, necesita un tiempo suficiente de descanso para que las fibras se regeneren y aumente así su volumen.
La intensidad de los ejercicios también dependerá de ti y tus capacidades. El número de series y repeticiones, así como el peso aplicado en las mismas, tendrá que desarrollarse en función de tus objetivos finales. Ante la duda, consulta siempre con un monitor que te asesore.