PALABRA UNIVERSITARIA
Algunas verdades sobre Venezuela (2da Parte)
Nueve: Venezuela posee uno de los mejores sistemas electorales del mundo, circunstancia que hasta los opositores al Chavismo han asumido , pues no sólo aceptaron las derrotas que Hugo Chávez les propinó en presidenciales y referéndum revocatorio, sino también la elección en 2013 donde justamente Maduro se eligió Presidente.
Diez: el organismo encargado de organizar y ejecutar las elecciones en Venezuela, el Consejo Nacional electoral (CNE), desde Chávez para acá ha organizado 29 elecciones democráticas, de las cuales, 26 las ha ganado de manera contundente el chavismo.
Once: ese mismo CNE organizó las elecciones legislativas llevadas a cabo en diciembre de 2015, en donde por cierto, la derecha venezolana opositora al Chavismo, ganó prácticamente mayoría absoluta con 112 diputados a la Asamblea Nacional, mientras que el oficialismo sólo obtuvo 55 posiciones. Dicha ocasión la oposición derechista aceptó el trabajo del CNE como un buen trabajo.
Doce: la noche de las elecciones legislativas de 2015, la presidenta o rectora del CNE, Tibisay Lucena, dio a conocer los resultados totalmente favorables a la oposición, algo que por supuesto, jamás hubiera pasado en un organismo electoral como el Instituto Federal Electoral (IFE) mexicano en manos de panistas.
Trece: inmediatamente después de la conferencia de prensa de la Rectora del CNE, el Presidente Nicolás Maduro en mensaje a la nación venezolana reconoció el triunfo de la derecha, cosa bastante atípica, rara e imposible de ver, en un régimen presuntamente “dictatorial”, pues uno no se imagina a Porfirio Díaz o a Augusto Pinochet, dictadores de derecha, reconociendo un triunfo de sus opositores. Bueno, en realidad los dictadores ni siquiera permiten la existencia de partidos políticos que se opongan a sus mandatos, lo raro es que en Venezuela, con Chávez o Maduro como Presidentes, existen más de 15 partidos de oposición, todos con iguales posibilidades de participar.
Catorce: una vez que la oposición derechista se hizo de la mayoría de la Asamblea Nacional, se prepararon para cambiar por la fuerza del mayoriteo legislativo todo el sistema político; es decir, la intención de la derecha era destituir a los jueces del TSJ y nombrar a sus amigos; destituir a los rectores y encargada del CNE para colocar ahí a sus incondicionales; destituir al vicepresidente de la república para darle el encargo a uno de los suyos y por supuesto lo más importante: inventarle cualquier delito o enfermedad a Nicolás Maduro, para declarar sin medias tintas “la ausencia total del Presidente de la República”, para que de ese modo, tal y como su Constitución lo establece, tomará la Presidencia interina el presidente de la Asamblea Nacional (un diputado de la derecha) y organizara las elecciones presidenciales. Justamente esto es lo que hoy, enero de 2019, están intentando la derecha venezolana con la ayuda de Donald Trump y el gobierno norteamericano, así como muchos de los gobiernos latinoamericanos incondicionales de Trump, sólo que el presidente Maduro está más activo que nunca y no se cumple ninguno de los supuestos que la Constitución Bolivariana exige para tal efecto.
Quince: siempre en una lucha constante, como ocurre siempre que hay dos grupos disputándose el poder, el gobierno de Nicolás Maduro buscaba afanosamente la forma legal de contrarrestar el golpe electoral dado, curiosamente fue la oposición derechista quien le puso la oportunidad en bandeja de plata. Justamente en diciembre de 2015, días después de la elección legislativa, la elección de cuatro diputados indígenas del estado sureño de Amazonas, tres de oposición y uno del oficialismo, fue impugnada, y así, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró suspendida temporalmente dicha elección hasta en tanto no se llevaran a cabo las investigaciones pertinentes para determinar si habían existido irregularidades, tales como compra de votos y algunas otras. Es decir, esos cuatro diputados no podían tomar protesta (juramentarse dicen en Venezuela), mientras el TSJ no emitiera un fallo al respecto.
Dieciséis: pese a este mandato legal del TSJ, la oposición derechista no acató la orden judicial y juramentó a sus tres diputados indígenas. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), denunció ante el TSJ a la Asamblea Nacional por desacato. Y entonces, el día 11 de enero de 2016, el TSJ declaró en desacato a la Asamblea Nacional mientras permanecieran juramentados los tres diputados indígenas; es decir, a la mayoría opositora lo único que debía hacer era retirar a sus tres diputados y el problema se terminaba. Así que el TSJ declaró “nulos todos los actos de la Asamblea Nacional mientras sigan juramentados dichos diputados”, ya que él mismo había emitido una medida cautelar en diciembre declarando suspendida dicha elección. Por ello, desde enero del 2016 la Asamblea Nacional fue declarada en desacato y nulos todos sus actos.
Diecisiete: teniendo como base el artículo 348 de la Constitución Bolivariana, el presidente Maduro mediante decreto promovió el 1° de mayo de 2017 la Convocatoria para elegir una Asamblea Nacional Constituyente, la cual según esa misma Constitución, tendría facultades plenipotenciarias por encima de todos los poderes públicos del estado, incluyendo por supuesto al mismo Presidente y a la Asamblea Nacional.
Dieciocho: el 30 de julio de 2017 se llevaron a cabo las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, la mayor parte de los partidos de oposición declinó participar y le apostó al boicot mediante la violencia el día de la elección, destruyendo centros de votación, asesinando votantes chavistas y tratando de impedir a toda costa que los electores llegaran a emitir su sufragio. No obstante, venciendo todos los peligros los chavistas acudieron a las urnas y participó al 41.53% del padrón electoral, por lo cual la Asamblea Constituyente fue electa por 8, 029, 370 ciudadanos.
Diecinueve: las elecciones presidenciales tenían que llevarse a cabo en diciembre de 2018, pero la oposición exigió que se adelantaran y fue así que en mayo de 2018 se realizó la elección para presidente de la república, en donde participaron por lo menos tres candidatos: uno oficialista y dos de oposición: Nicolás maduro, Henry falcón y Javier Bertucci (continuará).