El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, informó que aumentó a 94 el número de muertos por la explosión de un ducto de Pemex en el municipio Tlahuelilpan, en tanto que suman 49 las personas heridas, la mayoría en un estado crítico.
Tras reconocer que la condición de los lesionados es preocupante, el mandatario estatal señaló que reciben atención médica en nosocomios de la entidad, así como en los estados de México y de la Ciudad de México, en tanto que un menor fue trasladado a Galveston, Texas.
Recordó que antes de que tomara posesión como gobernador, el estado le devolvía a Petróleos Mexicanos alrededor de 300 mil a 600 mil litros de combustible recuperados y hoy se le devuelven seis millones, lo que representa la cifra más alta de aseguramientos.
“Nosotros no hemos soltado el asunto, jamás hemos dicho ‘es un delito federal que se atiende por ahí’, al contrario, nos hemos responsabilizado debidamente con la Federación, lo hicimos con la autoridad pasada y lo hacemos ahora”, expresó.
Reiteró que la vigilancia de los ductos de Pemex como instalaciones estratégicas está considerada por el Ejército mexicano y en su caso, por la Policía Federal, y el gobierno de Hidalgo sólo coadyuva con mucha responsabilidad “porque si no se enfrenta el fenómeno, aunque sea delito federal, se descomponen otras cosas para el fuero común”.