ALHAJERO
Ni una llamadita siquiera
Los presidentes de los principales partidos de oposición no han recibido siquiera una llamada de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Han transcurrido ya 18 días de actividades oficiales del nuevo gobierno y los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional, del Partido Acción Nacional, del Partido de la Revolución Democrática y de Movimiento Ciudadano siguen a la espera de que el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador inicie una relación institucional con sus partidos.
“Estamos sorprendidos…, esperábamos la llamada desde el primer día, pero nada, seguimos esperando”, nos comenta la líder priista Claudia Ruiz Massieu.
Y eso que la llevaba bien en lo personal con la exministra. Pero con decir que la presidenta del PRI, como tal, ni siquiera recibió invitación para la toma de posesión del tabasqueño (fue en calidad de
senadora).
En cuanto al encuentro que sostuvo AMLO con el ex candidato presidencial José Antonio Meade,los priistas lo ven como una atención personal de Andrés Manuel hacia el ex titular de Hacienda. Pero nada que ver con el partido.
De hecho, piensa Ruiz Massieu que esa actitud de los morenistas se debe a que “no entienden la pluralidad como un valor del sistema”. Para ella, “un gobierno debe tomar en cuenta a las oposiciones y buscar consensos”.
Del lado de los panistas ocurre otro tanto. O peor. Ahí, no sólo no ha habido comunicación de la titular de Gobernación hacia su dirigente, sino que ni siquiera recibió López Obrador a Ricardo Anaya en su casa de transición (como sí lo hizo con el ex candidato priista).
Lo mismo sucede con su actual dirigente, Marko Cortés. Ni siquiera un telefonema de la encargada de la política interna del país y a cuyo cargo está la relación con las distintas fuerzas políticas.
Están igual que los del tricolor: “Esperando que nos llamen…”.
Ven a los de Morena “encerrados a piedra y lodo”. Su actitud, acusan, es de “soberbia y prepotencia”. Sólo les dan el “derecho al pataleo” en las Cámaras.
“Parece que van por una nueva forma de diálogo que no sabemos cuál es”, indican.
Del lado perredista, tampoco han recibido llamado alguno de Gobernación.
Ángel Ávila, presidente del PRD, resume lo que padecen con la misma frase que utilizaron ante el desdén que sufrieron con Carlos Salinas de Gortari a lo largo de su sexenio (1988-1994): “Ni nos ve(n), ni nos oye(n)”.
En Movimiento Ciudadano se repite la misma historia: ni quien les eche un lazo…
Ni Clemente Castañeda, presidente del partido; ni Dante Delgado, fundador histórico del movimiento naranja, han recibido un saludo ni mucho menos requeridos.
Así nos lo cuenta el senador regio Samuel García Sepúlveda. Con decir que ni en el Congreso hay diálogo, apunta: “La mayoría de los temas nos han caído de sorpresa, a botepronto y muchos son albazos”.
Desde su punto de vista, el gobierno de Morena “es muy cerrado” y sus legisladores en el Congreso“quieren hacer todo solos”.
En suma, no hay puentes ni diálogo con los partidos de oposición.
Esto no deja de llamar la atención, pues en las distintas sucesiones presidenciales –incluidas las alternancias PRI-PAN (en el año 2000), PAN-PRI (en 2012)-, se tendieron puentes no sólo cuando llegaron a ser gobierno los triunfadores, sino aun antes de rendir protesta.
La civilidad política –así fuera tan sólo de forma- era parte de la convivencia democrática.
Hoy no hay ni siquiera eso.
GEMAS: Obsequio de Gerardo Fernández Noroña al PAN: “Agosto de 2008, durante el gobierno usurpador de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa se creó el IEPS a gasolinas. ¡Ustedes son los padres y las madres de ese impuesto contrario al pueblo!”.