Ana Patricia Ponce Castañeda, egresada de la Licenciatura en Artes Visuales con línea terminal en Diseño Gráfico de la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), elabora cuentos infantiles con la finalidad de ayudar a niñas y niños de entre seis y 10 años a entender la diversidad sexual y, con ello, abonar a la creación de una cultura de tolerancia, respeto y no discriminación.
“Creemos que la discriminación por la orientación sexual o identidad de género sólo pasa en los adultos y realmente no, todo empieza desde la niñez y, como en todo, la educación es la solución. La cuestión es tratar de educar a los niños desde una edad temprana para que todo lo relativo a estos temas lo vean normal y natural”, señaló la universitaria.
En el proyecto “Diseño de material didáctico como herramienta para el proceso de educación sexual integral de los niños en edades entre 6 y 10 años” colabora, como becario, Eduardo Rangel Olvera, alumno de 5° semestre de la Licenciatura en Artes Visuales y es asesorado por el Dr. Raúl García Sánchez. El objetivo a corto plazo es que los menores tengan acceso a la educación sexual integral a partir de nuevas creaciones literarias.
Las historias giran en torno a tres temas centrales: tipos de familia, para infantes de seis y siete años; orientación sexual, para niños y niñas de siete y ocho años; e identidad de género, para menores de nueve y 10 años. De acuerdo con Ana Patricia Ponce, el contenido fue elaborado acorde al nivel cognitivo de cada rango de edad con la ayuda de una psicóloga y una educadora.
Cada cuento está dividido en tres secciones: línea narrativa, es decir, la historia; área de información, la cual está escrita en una o dos páginas de cada ejemplar, para que papás o profesores cuenten con conocimientos de apoyo sobre los temas y los puedan socializar con los infantes; y ejercicios didácticos, que ayudan a los menores a reflexionar.
Ponce Castañeda explicó que la educación sexual integral es poco aceptada en el país, derivado de diversos factores legales, políticos, económicos, sociales y culturales, lo que hace que materiales como estos (cuentos) sean escasos y de difícil acceso.
“México y países de gran parte de Latinoamérica son extremadamente machistas, religiosos y conservadores, lo que oculta temáticas de educación sexual y lleva a la desinformación. Además, no son lugares donde la mayoría de la gente cuente con una calidad de vida muy alta, lo que inhibe que se hable de diversidad sexual, es decir, si no están cubiertas las necesidades básicas, lo demás se deja de lado”, abundó.
No obstante, existen países en los que sí se imparte educación sexual integral, por ejemplo, en Argentina existe desde 2006 una ley que permite a los niños en etapa preescolar acceder a este tipo de educación, la cual abarca todos los temas de la sexualidad humana y no sólo los relativos a los aparatos reproductores del hombre y la mujer, lo que ayuda a evitar situaciones como el morbo, la ignorancia y la intolerancia, aseveró la investigadora.
“Este proyecto es un granito de arena para naturalizar la educación sexual integral, que poco a poco sea aceptanda y que la gente conozca materiales con este tipo de contenidos”, añadió.
Un total de mil ejemplares de los cuentos serán distribuidos en diversos espacios públicos del municipio de Querétaro, para que las personas tengan acceso a ellos de forma gratuita.
El pago del becario, registro de personajes ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), impresión y distribución de los libros es financiado por el Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER) 2018.
“El programa FOPER es una cosa maravillosa que han impulsado los rectores. Me parece increíble que den este tipo de apoyos, porque nos dan a los universitarios la oportunidad, no nada más de venir a la escuela y hacer tarea, sino de vivir realmente la carrera y realizar algo que ayude a los demás”, manifestó Ana Patricia Ponce.