DESDE LOS BALCONES
La provocación en la UNAM; ¿escalada?
Como son fuerzas políticas de diverso signo, que no se resignan a perder sus privilegios y posiciones, dentro y fuera del aparato gubernamental, les resulta cómodo y operable, armar provocaciones aquí y allá, a distinto nivel, para ver si por alguna parte obstruyen, detienen, deterioran y desgastan, antes de tiempo y después del mismo, al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
A veces la tarea de socavamiento, se las facilitamos o es propiciada, por quienes evidentemente no comulgan con las ruedas de molino de la centro derecha y la ultraderecha que, habiendo sido parte del poder oligárquico y que, de varias maneras siguen siéndolo, no están dispuestos a dejas esos espacios que por tanto tiempo han venido compartiendo y ocupando, incluso en algunos gobiernos estatales y ya ni hablar de los jugosos cargos burocráticos de diverso índole, desde los policíacos hasta los para policíacos y otros paras que se disfrazan de civiles, sin serlo de verdad.
Para nadie es un secreto que desde el gobierno de Vicente Fox y ya ni se diga el de Felipe Calderón, se adoptó el modelo colombiano legal y extralegal que se pretexta para enfrentar el narcotráfico y la violencia social que ellos mismos alimentan, como forma y pretexto de justificación para el uso de la fuerza discrecional de todo tipo.
Eso es lo que se ha venido haciendo abierta y solapadamente, con mayor acentuación, desde el gobierno de Zedillo, el que hubo de traer fuerzas argentinas adiestradas en el combate antiguerrillero, hecho que quedara comprobado con la presencia de Miguel Cavallo, oficial de marina experto en torturas, detenciones y desapariciones.
También estuvo en México, un desertor de El Salvador y no hace mucho el General Oscar Naranjo, pieza clave del espionaje trasnacional, acoplado en los aparatos policíacos de Colombia, que nos fuera prestado como asesor y del que no sabe a qué horas llegó, qué hizo y cuando se fue. ¿Ya no se hallaba en México, cuando los sucesos de Ayotzinapa? Nadie lo sabe y para qué informar de eso.
Pues bien, como escribiera el poeta Manuel Acuña, el de “Rosario”; ahora miramos que se están desempolvando esos métodos para desestabilizar y provocar conflicto, con efectivo y falsos garlitos a fin de distraer y meterle miedo a los cuadros emergentes que llegan al poder.
No apreciamos de otra manera los recientes acontecimientos acaecidos en la UNAM, a plena luz del día y contando con todos los medios para el transporte de esos halcones, incrustados hasta en la matrícula de esa misma Universidad; y todo esto realizado ya de tiempo atrás a lo largo y a lo ancho del país. El narcomenudeo es una cobertura y por eso a simple vista se le mira inextirpable y difícil de combatir. Los PARAS se encubran en formas y oficios comunes y corrientes en apariencia, pero sirven al mismo objetivo de tener espantado e intimidado al pueblo. Esto se hace en el campo y en la ciudad de todos los Estados de la República y por fuerza tienen que estar advertidos de ello, o caso participen de este clandestinaje poli policíaco, para muchos inadvertido, en la mayoría de los casos disimulado.
Algunos mecanismos de reelección política, en los cargos públicos, responden a este mismo objetivo de mantener ajenos a los mecanismos del poder, al común de la gente, o bien garantizar a esos agentes circunstanciales, el que puedan seguir provocando miedos e intimidaciones en los núcleos campesinos, obreros, indígenas. Incluso despojando ejidos e invadiéndolos, sin que nada ni nadie les diga algo.
Véase, por ejemplo, por algunas de estas gentes pasan de un cargo a otro, se mantienen en los puestos claves, ganan elecciones y reelecciones y no hay proceso electoral, que los quite de en medio; igual pasa con los grandes destacamentos de la Seguridad Pública, que llegan a saber tanto y conocen al dedillo el mundillo oficial y extraoficial de la delincuencia que, con el tiempo se vuelven imprescindibles, porque sólo ellos conocen las claves y los secretos del hampa, para sintetizarlo en una palabra.
Por eso no es del todo convincente que, con sólo “capacitar” y formar nuevos cuerpos de élite, la cosa pública del Estado pueda mejorarse como por ensalmo; es otra la cuestión, e Italia, además de Colombia y Argentina, otro tanto Brasil en las dictaduras, Bolivia, Perú, de Fujimori y Montesinos, lo mismo que nuestro vecino Guatemala, durante Ríos Mont y tantos y tantos otros, ejemplifican el caldo de cultivo donde se hierve el pollo de las democracias, incluso la democracia cristiana.
¿Qué se proponen hacer en México o que intentarán hacer si las cosas del nuevo aeropuerto y las concesiones petroleras no les salen a partir un piñón? PROVOCAR. PROVOCAR. CREAR CONFLICTOS, LOS HAYA LARVADOS O NO. Ya lo veremos. Al tiempo.