Tras años de debates sobre si hay agua líquida en Marte, un equipo italiano anunció hoy que comprobó la existencia de un lago subterráneo y salado bajo una capa de hielo, lo que era una de las misiones de la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (AEA) enviada al Planeta rojo.
La investigación, que publica la revista Science, fue presentada hoy en la sede de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y fue calificada por su presidente, Roberto Battiston, como “la más importante de los últimos años”.
El importante descubrimiento firmado por un equipo de investigadores italianos concluye que en una región llamada Plamun Australe, localizada en la capa de hielo del Polo Sur de Marte, el perfil que dibuja el radar es muy similar al de los grandes lagos de agua líquida encontrados bajo la Antártida y Groenlandia en la Tierra.
El lago se encuentra, según los datos, bajo 1.5 kilómetros de hielo, se extiende unos 20 kilómetros y tendría un espesor de solo un metro, pero además es salado, o no se explicaría que fuese agua líquida dadas las temperaturas de entre -20 y -70 grados centígrados.
Roberto Orosei, primer autor del estudio y responsable científico del radar italo-estadounidenses MARSIS instalado en la sonda Mars Expres, explicó en entrevista los detalles de uno de los descubrimientos más importantes desde que se llegó a Marte y para el que se necesitaron más de cinco años de estudios.
“Todo comenzó observando los datos de los radares que procedían de la base del casquete de hielo del Polo Sur marciano respecto al material normal que teníamos del resto de Marte”, dijo.
“Se trataba de ecos fuertes del radar, que en la Tierra se traducen siempre como agua, ya que esta tiene la característica de reflejar estos ecos de manera fuerte como hemos descubierto en este tipo de situaciones en lagos subterráneos de Antártida o en Groenlandia”, agregó.
“Pero tras esta primera pista, que se descubrió en 2007, nos dimos cuenta de que estos fuertes ecos, que se concentraban bajo la parte más blanca del casquete polar de Marte, no era de hielo de agua sino que era anhídrido carbónico”, explicó Orosei.
Los investigadores continuaron estudiando y volvieron a notar estos ecos fuertes, pero cambiaban cada día a pesar de que era la misma zona, hasta que se dieron cuenta de que era un problema del radar que mandaba una media de los ecos fuertes y débiles encontrados por lo que resultaba imposible calcular bien.
Cambiaron el software del radar y después tardaron más de tres años en observar y recoger los datos de esta zona, y después otros dos años en redactar la investigación y comprobar que estos ecos eran relativos a la presencia del agua ya que tenían la pasada experiencia con el anhídrido carbónico.
“Llegamos a la conclusión de que cualquier otra explicación que querríamos dar a estos ecos fuertes era mucho menos probable que la de que se tratase de agua”, aseguró el científico.
Orosei puntualizó también que este lago es salado.
“Para que las ondas radio puedan pasar, el hielo tiene que ser muy transparente y eso se produce a -20 grados celsius, por lo que el agua líquida que está en contacto con el hielo tiene que tener la misma temperatura o lo desharía”, especificó.
Pero para que con estas temperaturas el agua no se hiele tiene que tener una importante cantidad de sales y “de ahí hemos deducido que hay mucha sal, ya que la presión del 1.5 kilómetros de hielo y la poca gravedad de Marte no es suficiente para ello”.
Y la eterna pregunta: ¿Hay restos de vida en Marte? Los autores de esta investigación explican que este lago podría ser perfectamente un “depósito biológico”.
“Aunque no sabemos la composición exacta, creemos que es un tipo de ambiente en el que algunas bacterias terrestres podrían sobrevivir y por eso podría ser un depósito ecológico y posiblemente habitado. Hay bacterias se nutren de sales para su desarrollo”, aseguró.
Para este investigador del Instituto de Astrofísica italiana, ahora se tendrá que buscar si existen otro tipo de lagos como este o es el último vestigio termal y certificar que Marte sea un planeta muerto completamente.
La investigación, que publica la revista Science, fue presentada hoy en la sede de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y fue calificada por su presidente, Roberto Battiston, como “la más importante de los últimos años”.
El importante descubrimiento firmado por un equipo de investigadores italianos concluye que en una región llamada Plamun Australe, localizada en la capa de hielo del Polo Sur de Marte, el perfil que dibuja el radar es muy similar al de los grandes lagos de agua líquida encontrados bajo la Antártida y Groenlandia en la Tierra.
El lago se encuentra, según los datos, bajo 1.5 kilómetros de hielo, se extiende unos 20 kilómetros y tendría un espesor de solo un metro, pero además es salado, o no se explicaría que fuese agua líquida dadas las temperaturas de entre -20 y -70 grados centígrados.
Roberto Orosei, primer autor del estudio y responsable científico del radar italo-estadounidenses MARSIS instalado en la sonda Mars Expres, explicó en entrevista los detalles de uno de los descubrimientos más importantes desde que se llegó a Marte y para el que se necesitaron más de cinco años de estudios.
“Todo comenzó observando los datos de los radares que procedían de la base del casquete de hielo del Polo Sur marciano respecto al material normal que teníamos del resto de Marte”, dijo.
“Se trataba de ecos fuertes del radar, que en la Tierra se traducen siempre como agua, ya que esta tiene la característica de reflejar estos ecos de manera fuerte como hemos descubierto en este tipo de situaciones en lagos subterráneos de Antártida o en Groenlandia”, agregó.
“Pero tras esta primera pista, que se descubrió en 2007, nos dimos cuenta de que estos fuertes ecos, que se concentraban bajo la parte más blanca del casquete polar de Marte, no era de hielo de agua sino que era anhídrido carbónico”, explicó Orosei.
Los investigadores continuaron estudiando y volvieron a notar estos ecos fuertes, pero cambiaban cada día a pesar de que era la misma zona, hasta que se dieron cuenta de que era un problema del radar que mandaba una media de los ecos fuertes y débiles encontrados por lo que resultaba imposible calcular bien.
Cambiaron el software del radar y después tardaron más de tres años en observar y recoger los datos de esta zona, y después otros dos años en redactar la investigación y comprobar que estos ecos eran relativos a la presencia del agua ya que tenían la pasada experiencia con el anhídrido carbónico.
“Llegamos a la conclusión de que cualquier otra explicación que querríamos dar a estos ecos fuertes era mucho menos probable que la de que se tratase de agua”, aseguró el científico.
Orosei puntualizó también que este lago es salado.
“Para que las ondas radio puedan pasar, el hielo tiene que ser muy transparente y eso se produce a -20 grados celsius, por lo que el agua líquida que está en contacto con el hielo tiene que tener la misma temperatura o lo desharía”, especificó.
Pero para que con estas temperaturas el agua no se hiele tiene que tener una importante cantidad de sales y “de ahí hemos deducido que hay mucha sal, ya que la presión del 1.5 kilómetros de hielo y la poca gravedad de Marte no es suficiente para ello”.
Y la eterna pregunta: ¿Hay restos de vida en Marte? Los autores de esta investigación explican que este lago podría ser perfectamente un “depósito biológico”.
“Aunque no sabemos la composición exacta, creemos que es un tipo de ambiente en el que algunas bacterias terrestres podrían sobrevivir y por eso podría ser un depósito ecológico y posiblemente habitado. Hay bacterias se nutren de sales para su desarrollo”, aseguró.
Para este investigador del Instituto de Astrofísica italiana, ahora se tendrá que buscar si existen otro tipo de lagos como este o es el último vestigio termal y certificar que Marte sea un planeta muerto completamente.
“Si encontramos más lagos como este podríamos concluir que Marte fue hace tiempo un planeta templado donde se podría haber vivido”, señaló.
Ahora, aseguró Orosei, la misión de búsqueda de agua en Marte “no ha concluido, sino que finalmente ha iniciado y nos esperan años de observación”.
Ahora, aseguró Orosei, la misión de búsqueda de agua en Marte “no ha concluido, sino que finalmente ha iniciado y nos esperan años de observación”.
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