Ante integrantes de la Cámara de la Industria y la Transformación (Canacintra), José Antonio Meade aseguró que el talón de Aquiles del desarrollo del país es la impunidad.
Durante su participación en la convención de dicha cámara, el candidato presidencial de Todos por México indicó que este fenómeno inhibe la inversión, reduce la generación de empleos y precariza los que ya existen.
Meade señaló que, en México, el 70 por ciento de los delincuentes tiene la certeza de que sus acciones quedarán impunes, toda vez que sólo 3 de cada 10 delitos que se denuncian son castigados.
“Nuestro talón de Aquiles es la impunidad, y si eso no lo corregimos, no vamos a recuperar la paz y la tranquilidad en México”, señaló.
El ex Secretario de Hacienda advirtió que la estrategia de seguridad no puede descansar en el uso de las fuerzas armadas.
“No podemos descansar en que en una región sí y en otra no mandemos a las fuerzas armadas, tenemos que reconocer que la escala de la violencia creció y que nosotros como gobierno y como gobiernos, tenemos que crecer permanentemente la escala de nuestra capacidad de reaccionar”, insistió.
Ante industriales, Meade dijo que para atender el problema de la impunidad es necesario crear ministerios públicos autónomos y multiplicar por cuatro la capacidad de investigación del país.
“Por eso hemos planteado que tenemos que trabajar en los 3 pilares: la investigación para que no haya impunidad, la prevención para reconstruir el tejido social y la disuasión para que al policía, la investigación, las arma, el dinero y evitar que estén en manos de los delincuentes”, explicó.
El abanderado presidencial del PRI, PVEM y Panal reiteró que el país requiere avanzar hacia un Código Penal Único, para garantizar que todos los estados atiendan bajo el mismo estándar la comisión de delitos.No obstante, insistió en que nada de eso servirá si el país no multiplica su capacidad investigadora “En México se denuncian cada año dos millones, más o menos de actos delincuenciales, el 90 y tantos por ciento, por cierto, del fuero común.
POR: MARTA MARTÍNEZ