Mientras transcurren las campañas electorales, pareciera que existe una premura en otorgar la mayor cantidad de usos del suelo en el municipio capital, pues resulta que la ambientalista América Vizcaíno ha alertado a los ciudadanos y autoridades que próximamente están por ofrecer “Una Gran Ganga” de cambios de uso del suelo, en total 19.
De este paquete que conforma “La Gran Ganga” hay dos predios que merecen la atención: uno ubicado en el predio conocido como La Solana, y ¿dónde creen que esta? Justo en Peña Colorada, que es la última joya de la corona en cuanto a servicios y funciones ambientales se refiere, es el último pulmón importante de la zona metropolitana, aunque para los desarrolladores y autoridades municipales no les signifique más que valor económico. Así que de nuevo volverán a violentar el Ordenamiento Ecológico del municipio de Querétaro. Y el segundo predio, se localiza dentro de una Área Natural Protegida de competencia municipal, en Jurica. Así es, ya nada les impide lanzar “La Gran Ganga”, no hay moral, tampoco sentido de responsabilidad como funcionarios, y la ley, sólo sirve de jerga para limpiar el cochinero.
Éste proceder no es nuevo, durante toda la administración se ha venido presentando, tan es así que desde el pasado mes de noviembre existe una denuncia popular en la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente por actos contrarios a la ley y al instrumento del Ordenamiento Ecológico del municipio, por autorizar cambios al mismo (Ordenamiento ecológico), contrarios al reglamento del Comité de Ordenamiento Ecológico, la Ley ambiental y el Código Urbano, dicha denuncia se enfila contra las autoridades municipales como responsables de tales autorizaciones.
En el pasado domingo 20 de mayo, en un periódico de circulación local, aparecía en el encabezado que Querétaro es una de las tres ciudades para mejor habitar dentro del país. Y quien otorgó tal calificación mediante declaración fue el Presidente de la Federación Internacional de Bienes Raíces, agregando que el Estado “es el “eje fundamental del sector inmobiliario del país” y como no lo iba a calificar de tal manera, si aquí la tasa de crecimiento urbano es mayor que la tasa de crecimiento demográfico, es decir nacen más casas que humanos al año.
Asimismo, en boca del Presidente de la Federación Internacional de Bienes Raíces se expresaron como elementos de tan enorme distinción, “como la conectividad, y donde en la parte de modernidad no se advierte saturación”. Y quizá el vocero no tenga conocimiento, pero de acuerdo a datos oficiales publicados este año, el en estado y de manera particular en la zona metropolitana, se duplicó la cantidad de emisiones de CO2, y ¿saben a qué se debe? por las fuentes móviles, es decir por el transporte (público y particular), y ello nos lleva a advertir como cualquier ciudadano lo observa, que la densidad de vehículos y su velocidad de crucero son motivo de preocupación y pérdida de calidad de vida. El paisaje que se tenía se está perdiendo, gracias a lo que tal personaje dice, el crecimiento de casas.
Por muchos años se advirtió que tal expansión de la mancha urbana, generaría entre otros aspectos, riesgos de inundación, y por más que lo quisieron tapar, ahí están los hechos como en el pasado año, que se inundó Jurica.
Y mientras habla de una gran conectividad, por otra parte se pierde la conectividad vital de las áreas verdes, lo cual impacta en varios sentidos.
Dos visiones opuestas, no obstante, lo que cuenta es la visión de quienes habitamos aquí, no de aquella que sólo ve un mercado de bienes raíces, en donde la autoridad municipal, deja de serlo, para transformarse en socio de ésta “modernidad”.
Pagar la deuda del municipio, es obligación y no un mérito, pero dejar un gran pasivo ambiental, producto de cambios de uso del suelo, esto si es una cuestión seria y que importa responsabilidad, aunque se quiera tapar con un dedo.
¡Gran Ganga!, cambios de uso del suelo, por docena.
POR: ALEJANDRO ANGULO