De acuerdo con el Mtro. Eduardo Luna Ruíz, coordinador de la Licenciatura en Psicología en el área del Trabajo que se imparte en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), el tiempo en que vivimos puede denominarse como una “época de cambios o cambio de época”, al generarse una transformación en la manera en cómo las empresas organizan su forma de trabajo y sus modos de producción, trastocando así a los trabajadores.
“El aspecto de la tecnología es algo que influye, nos hemos acostumbrado a ella en esta época; los teléfonos los tenemos al alcance, un poder de comunicación increíble y han sido todos estos avances tecnológicos que han generado una contraparte en los ambientes laborales”, argumentó.
Esta situación ha provocado que las máquinas -las cuales son cada vez más precisas y automatizadas- sustituyan los puestos de trabajo, sobre todo en el sector industrial.
Asimismo, el académico agregó que, al irse perdiendo estos espacios laborales, las personas tienden a colocarse en el sector servicio, donde el trato con las personas es directo, aun cuando no tengan la capacidad y competencias sociales.
A decir del Mtro. Luna Ruíz, la frustración de los individuos al estar en esta área laboral que no desean, les genera cargas emocionales que recaen en el consumidor o a quien le ofrece el servicio.
“Está recibiendo una carga emocional muy fuerte, son trabajos de corta duración, mal pagados, con altísima rotación, predominan trabajadores jóvenes precisamente por la facilidad de tiempo y este tipo de situaciones puede provocar fatiga mental, física y esto va trastornando su estabilidad”, refirió.
A estos síntomas, agregó, se suman irritabilidad, trastornos del sueño, estrés, un estilo de vida condicionado a ritmos de tiempo, problemas estomacales y migrañas,
Este tipo de situaciones, informó el académico, afecta principalmente a los jóvenes, pero también a las personas que llevan trabajando hasta 50 años en una industria.
POR: REDACCIÓN