¿Uno de los peores alcaldes? cavila Gonzalo Ruiz Posada. ¡No! El peor, Marcos Aguilar Vega ha sido el peor presidente municipal de Querétaro. Vino a vender e hipotecarlo todo y a trastornar la vida de la comunidad con obras suntuarias, absurdas y gastos exóticos.
Así sin vueltas, el arquitecto por la UNAM, urbanista, defensor de tiempo completo del patrimonio cultural y analista de Radio Universidad (“Hoja de Ruta”) hace el balance del alcalde con licencia y pronostica que, a pesar de su desastrosa gestión, la capital continuará siendo bipartidista con el candidato Luis Bernardo Nava, del PAN o Pancho Pérez, del PRI.
Entrevistado por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, en un cafetín del Jardín Guerrero, Ruiz Posada, ataviado con chamarra de mezclilla, sombrero de palma, mascada de algodón y dos pares de lentes, para leer y para el sol primaveral, reconoció en Marcos un tipo de quinesis, la enfermedad del lucimiento. Quería inventar el mundo, pintar puentes y postes, rentar helicópteros, comprar carros blindados.
Hizo su Queretarolandia, sin consultar ni tomar en cuenta a la sociedad, en una actitud mussoliniana marcada por proyectos controversiales, como la privatización del servicio de limpia, la pretendida venta de las casas de la cultura, la fallida instalación de parquímetros, la instalación de lámparas leds en el Centro Histórico y las obras de la Alameda que ya van en 378 millones, con todo y la locura de planear una concha acústica en un lugar de paseo y descanso .
Gonzalo, con el derecho de ser habitante histórico del Centro y la autoridad de sus estudios de arquitecto no solamente en México sino en las universidades de Bradford, Inglaterra y la Técnica de Szcesin, Polonia, critica la “puñetera sustitución” del adoquín de cuña por loseta de una pulgada, como ocurrió en la calle de Madero, entre Guerrero y Allende.
Y lo de Ezequiel Montes, “El Espinazo del Diablo”, en donde se tardaron más de un año. En este tema hace un paréntesis para referirse a que Marcos pasará a la historia como el primer presidente que usó la fuerza pública para hacer una obra, al meter a la cárcel a dos ciudadanos que protestaban por el readoquinado de Madero y hasta pretendía embargar las propiedades de los deudores del predial.
Más aún, las cosas en la ciudad se complicaron por la falta de comunicación, entendimiento y sinergia entre el presidente municipal y el gobernador del Estado que hizo la obras tortuosas de Tecnológico e Hidalgo, con todo y la plaza del estudiante, en el monumento a la bandera de los queretanos. Marcos y Pancho nunca estuvieron en sintonía. Sin olvidar el absurdo municipal de hacer la ciudad de las ciclovías a costa de estrangular las calles. apunta quien alguna vez fue candidato a la Presidencia Municipal de Querétaro por el desparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
COMPETENCIA CERRADA
Frente a las y aberraciones de Marcos Aguilar, alcalde del PAN, ¿qué le queda al ciudadano? se pregunta Ruiz Posada y propone razonar el voto, porque lo que ve es que en el Querétaro bipartidista, que estima prevalecerá, hay voto de castigo para el PRI, pero no para el PAN.
Y, bueno, el panista Luis Bernardo Nava, recordó nuestro entrevistado, es la cara del Qrobús. Que alguien nos diga de quién fue la idea de ir a comprar camiones a China, habiendo Mercedes, Volvo y tres compañías mexicanas.
Gane quien gane, señaló Ruiz Posada, lo deseable es que haya buena relación entre el próximo alcalde y el gobernador (como la hubo entre Pancho, edil y José Calzada). Se requieren buenas decisiones, idea de desarrollo, un plan conjunto.
En este sentido, sería muy bueno, dice, retomar el proyecto de las 100 ciudades, de Luis Donaldo Colosio, partiendo de la base de que es imposible detener el crecimiento y que es un atributo constitucional de todos los mexicanos elegir en dónde vivir.
Querétaro, recordó, tiene el problema histórico de la escasez de agua, que habría que ver cómo ha funcionado el Acueducto II de Garrido y recuperar la idea de retener el líquido como hace tantos años lo propuso Alfonso Adame (+).
Finalmente y con la experiencia reciente del peor alcalde que hemos tenido, el arquitecto Gonzalo Ruiz Posada prevé y desea una pelea cerrada entre Luis Bernardo Nava y Pancho Pérez Rojas. “Y mejor, para que el que gane se sienta obligado a escuchar a la gente y coordinarse con el gobernador, cosa que no hizo Marcos”.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN