Un juez de Los Ángeles falló que las compañías de café deben colocar una advertencia en sus productos sobre una sustancia cancerígena que se genera durante el proceso de tostado.
El juez de la Corte Superior Elihu Berle dijo el miércoles en una propuesta de decisión que Starbucks y otras empresas del ramo no demostraron que los beneficios de tomar café superaban cualquier riesgo. En una fase anterior del juicio, Berle indicó en un fallo que las compañías tampoco mostraron que el peligro representado por la sustancia química era insignificante.
El Consejo para la Educación y la Investigación sobre Tóxicos, un grupo sin fines de lucro, demandó a Starbucks y a otras 90 compañías con base en una ley estatal que obliga a las empresas a advertir sobre una amplia gama de sustancias en sus productos que pueden causar cáncer. Una de ellas es la acrilamida, un cancerígeno presente en el café.
“Los demandados no cumplieron con la carga de mostrar… que el consumo de café confiere un beneficio a la salud humana”, escribió Berle en su fallo propuesto.
Las empresas del ramo afirman que el compuesto está presente en niveles inocuos y que deberían estar exentas de la ley porque se genera de forma natural a partir del proceso de tostado de los granos para darles sabor. También arguyeron que el café es bueno para el organismo.
El fallo fue emitido a pesar de que en los últimos años han disminuido las preocupaciones frente a los posibles peligros del café, y algunos estudios han encontrado que tiene ciertos beneficios para la salud. En 2016, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud, retiró al café de su lista de “posibles cancerígenos”.
La demanda fue presentada bajo la Ley de Control del Cumplimiento de la Normativa sobre Agua Potable Segura y Productos Tóxicos, que los electores aprobaron en 1986. Esa ley permite a los ciudadanos, grupos de defensa y abogados presentar demandas a nombre del estado y cobrar una parte de las sanciones civiles.
Se atribuye a la ley la reducción de sustancias químicas que causan cáncer y defectos congénitos, como plomo en los tintes para el cabello, mercurio en los atomizadores nasales y arsénico en el agua embotellada. Sin embargo, también ha sido ampliamente criticada debido a los abusos en los que incurren los abogados que intimidan a las empresas en busca de soluciones extrajudiciales rápidas.
“El café ha demostrado una y otra vez ser una bebida saludable”, dijo William Murray, presidente y director general de la Asociación Nacional del Café, en reacción al fallo. Arguyó que la demanda “no contribuye a mejorar la salud pública”.
El caso se ventila desde hace ocho años y no ha concluido. En una tercera fase del juicio se determinarán sanciones civiles de hasta 2.500 dólares por persona expuesta a diario durante ocho años, una cifra astronómica en un estado de 40 millones de habitantes que probablemente no será impuesta.
El abogado Raphael Metzger, que presentó la demanda y consume a diario varias tazas de café, quiere que el sector elimine la sustancia en sus procesos. Las compañías cafeteras afirman que eso no es factible.
“Eliminarla es mejor para la salud pública que dejarla y advertirle a la gente”, agregó.
El cliente de Metzger presentó después un caso similar que fue retomado por el fiscal general estatal, en el que los fabricantes de papas fritas aceptaron en 2008 pagar tres millones de dólares y eliminar la acrilamida de sus productos.
Los fabricantes de papas fritas optaron por hacer eso en lugar de incluir etiquetas que advirtieran sobre el cáncer como las que llevan algunos productos _pero que son ampliamente ignoradas_ en todo California.
Los estacionamientos tienen letreros que advierten sobre sustancias químicas peligrosas que pueden causar cáncer, defectos congénitos y otros daños reproductivos. Destacan que allí hay monóxido de carbono y otros gases de los escapes de los motores y que la gente no debe quedarse en el lugar más de lo necesario.
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