ENCUENTRO CIUDADANO
Violencia y abuso infantil
La violencia en México es un factor determinante de la deserción escolar e incluso una causa importante de muertes infantiles. Miles de niños, niñas y adolescentes en México, crecen en un contexto de violencia cotidiana que deja secuelas profundas e incluso termina cada año con la vida de centenares de ellos. Gran parte de esta violencia, que incluye violencia física, sexual, psicológica, discriminación y abandono, permanece oculta y en ocasiones, aprobada socialmente. Hace un par de meses se presentaron en México el Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños y el Informe Nacional sobre Violencia y Salud. Según el Informe Nacional, 2 niños con menos de 14 años mueren cada día a causa de la violencia en México. Ambos estudios constituyen un fuerte llamado a las instituciones gubernamentales y a la sociedad en su conjunto para atacar este problema con urgencia. Pero además de la violencia criminal, que en el mes pasado (octubre 2017) ascendió a 89 asesinatos por día o una muerte cada 15 minutos, los abusos cometidos por cuerpos represivos en este gobierno en Tlatlaya, Tanhuato, los 43 normalistas de Ayotzinapa, Nochixtlán, el espionaje Pegasus, la grave corrupción, los asesinatos de periodistas, los feminicidios, etc.; debemos sumar penosa y alarmantemente el segundo lugar a nivel mundial en turismo sexual infantil que tiene nuestro país. Lo anterior fue señalado hace una semana por el secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid, y su homólogo de la Ciudad de México, Miguel Torruco, quiénes firmaron un “Acuerdo para la implementación del código de conducta nacional para la protección de las niñas, niños y adolescentes en el sector de los viajes y el turismo”, que incluye el combate a la trata y explotación infantil. Según la Unicef, en el año 2000 eran 16 mil los niños y adolescentes explotados sexualmente en México y de acuerdo con Enrique de la Madrid, actualmente esta cifra ronda los veinte mil. El turismo sexual no es sancionado en la mayor parte de los estados en nuestro país, lo que ha provocado que extranjeros o nacionales se trasladen a diferentes entidades con motivos de negocios u ocio con el doble propósito de contratar encuentros sexuales con menores de edad. En México, el turismo sexual infantil es un cáncer silencioso que ha crecido exponencialmente durante los últimos 15 años, lacerando gravemente nuestro tejido social. Los menores de edad no llegan por “su voluntad” a tener relaciones sexuales con los turistas, sino que son contactados por personas relacionadas con el ramo turístico, como trabajadores de hoteles, restaurantes, guías turísticos, taxistas, los llamados antros, entre otros, cuya complicidad se encuentra a la vista. Pero este “negocio” es tutelado por las mafias locales, con complicidad oficial. Por ello no raro que las autoridades federales y de los estados estén volteando para otro lado, además de que son pocas las empresas que se han interesado en combatir este flagelo.
Hace dos años la legisladora Julieta Fernández Márquez, presentó un punto de acuerdo para exhortar a las 32 entidades del país a que tipifiquen y sancionen en sus códigos penales el delito de turismo sexual infantil con penas de hasta 20 años de prisión. La diputada mencionó que un informe elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos indica que el turismo sexual va en aumento en especial en áreas como Acapulco y Cancún y ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juárez. Dicho informe sostiene que México “es una gran fuente, tránsito y destino para las personas víctimas… con fines de explotación sexual…” donde los grupos más vulnerables son las mujeres, niños, indígenas y los migrantes indocumentados. Cabe señalar que el punto de acuerdo, no fue aprobado. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha resaltado la falta de estadísticas y datos confiables sobre el alcance de la explotación comercial infantil en México, donde incluso no se ha llevado a cabo ningún estudio de manera oficial por las instituciones o dependencias de la prevención del delito o de procuración de justicia. Y sólo de manera cosmética se presenta el “Acuerdo”, firmado únicamente por autoridades turísticas y que sólo tiene el propósito principal de hacer “recomendaciones”. El departamento de Estados Unidos estima que, cada año, unos 20 mil niños y niñas mexicanas son víctimas de trata por redes de prostitución que los engañan con falsas ofertas de empleo para trasladarlos de las zonas rurales pobres a las urbanas, a las fronteras y a las zonas turísticas. La UNICEF instituyo el 20 de noviembre para conmemorar en todo el mundo el Día Universal de los Derechos del Niño y la Niña. Pero en México, ante la brutal y ciega negligencia gubernamental, fue oficialmente un día olvidado, de consternación y congoja.
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