Ante la delegación local del Instituto Nacional de Antropología e Historia denunció el constructor queretano Miguel Vega Rubio los trabajos que están realizándose en la fachada de la Casa de la Corregidora, sin los procedimientos tradicionales y sin supervisión federal, a pesar de tratarse de un monumento histórico, en cuya adaptación como Palacio de Gobierno participó hace casi 40 años con el equipo del arquitecto Luis Alfonso Fernández.
Nieto del ex gobernador Noradino Rubio y miembro de los equipos que restauraron también las Misiones de Fray Junípero Serra, se mostró alarmado de que estén quitando los aplanados antiguos y reponiéndolos con mortero, cemento-arena, lo que no es válido. Lo original, explicó, era usar cal viva, apagada, con baba de nopal; esse es el procedimiento original que debe tener ese tipo de edificaciones.
Lamentó que a la cantera se le está haciendo un pulido con un disco de corte y le están quitando la patina, lo original. Advirtió que la cantera debería de lavarse únicamente con jabón neutro o Zote, como le decían, y un cepillo de cerdas.
Indicó Miguel Rubio Vega que él no le veía el caso que se estuvieran cayendo a puños los aplanados. “Están limpiando la cantera. Ellos creen que se ve mejor totalmente limpia, devastarla”.
Igualmente le preocupan las perforaciones en la cantera del balcón principal, aunque dijo desconocer para qué vayan a ser. “A lo mejor para poner algún farol, alguna línea de conducción de líneas de energía eléctrica”.
Señaló que no ve a nadie del Instituto Nacional de Antropología e Historia supervisando. “Ellos no tienen ni conocimiento de los trabajos.
Yo ya acudí a hacer una denuncia y me dijeron que hay tres o cuatro anteriores a la mía. Pero les digo: No han actuado y van casi a un 75 por ciento de la terminación de la fachada y cuando vayan va estar al 100. Ya no van a poder evitar nada”.
Lo señala quien participó con Luis Alfonso Fernández, en tiempos de Rafael Camacho Guzmán, en la adaptación del Palacio de Gobierno, que hasta entonces albergó las oficinas municipales y las cárceles reales. “En ese tiempo se repusieron los aplanados necesarios, bajo la supervisión del INAH y con los reglamentos y materiales adecuados para que quedara no original, pero casi al 100 por ciento. Y había una persona del INAH de planta al 100 por ciento”.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN