San Juan del Río, Querétaro.- Conmoción en la sociedad de San Juan del Río ha causado el horrendo crimen cometido en agravio de una joven de tan solo 17 años de edad. Diana Jazmín Corona Durán fue asesinada por una pareja de desalmados quienes la descuartizaron y tiraron partes de su cuerpo a lo largo del río San Juan. Lo anterior, para poder quedarse con su bebé de tan solo cuatro meses de nacido. Aunque los restos de la víctima fueron encontrados desde el domingo, la verdad salió a flote cuando los asesinos acudieron a un centro de salud de la localidad donde solicitaron atención médica para el bebé y se ostentaron como padres del mismo.
Las sospechas del cuerpo médico del nosocomio surgieron luego de una serie de preguntas que formularon a la pareja. Al cuestionarles sobre la edad del bebé, refirieron que tenía unos días de nacido. Sin embargo, los doctores determinaron que tenía alrededor de cuatro meses y que la fisonomía de la mujer no correspondía con alguien que recién había dado a luz. Por lo anterior, los galenos decidieron dar parte a la Policía Municipal de San Juan del Río. A su vez, los uniformados canalizaron a la pareja a la Fiscalía General y fue ahí donde confesaron el horrendo crimen. Entre otras barbaridades, aseguraron que la cabeza y otras partes del cuerpo de la joven Diana estaba escondida en un domicilio de la céntrica calle de Morelos. Las declaraciones, se confirmaron luego de que se ejecutara una orden de cateo.
El resultado de los peritajes realizados arrojó que los restos pertenecían a una joven, que era la madre del bebé que había sido sustraído. Asimismo, se determinó que la imputada es tía de la pareja sentimental de la víctima. Con la investigación policial se logró determinar que la imputada planeó el homicidio de la víctima con la finalidad de sustraer a su bebé y después de privarla de la vida mutiló su cuerpo para tratar de que no fuera localizada e identificada.
Se ha dado cumplimiento a la orden de aprehensión de la imputada y en las próximas horas la Fiscalía solicitará su vinculación a proceso penal.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ