En la víspera de la elección de rector en la UAQ, las aspirantes Teresa García Gasca y Blanca Esthela Gutiérrez alertaron sobre el riesgo de ser la octava universidad en quiebra técnica, ante los recortes presupuestales a la educación y la falta de apoyo por parte del gobierno de Francisco Domínguez, del que Arturo Castañeda Olalde negó ser el candidato. “Me quieren desprestigiar”dijo.
A lo largo de casi dos horas de debate, desarrollado ante 52 de los 56 consejeros, hablaron los tres de los problemas y carencias de la Alma Mater y sus proyectos para enfrentar los retos del crecimiento y construir una relación acertiva con la administración estatal, ahí representada por el secretario de Educación Alfredo Botello Montes, sentado entre el jefe universitario y las lideresas sindicales Laura Leyva Saavedra y Nuri Villaseñor Cuspinera.
Avante salió Teresa García Gasca, la candidata a vencer, de los cuestionamientos de sus contrincantes, especialmente del director de Contaduría, Arturo Castañeda Olalde, que cuestionó su proyecto académico y habló de división y mala administración en la Universidad. La directora de Ciencias Naturales detalló claramente su plan y rechazó hablar de enconos porque confía en el trabajo colectivo y en el potencial de la máxima casa de estudios para tener una Universidad unida y fuerte.
Por su parte Blanca Gutiérrez Grajeda -que en momentos enfocó su ataque en su compañera- acorraló a Castañeda para que explicara su propuesta de expedir recibos en cero para la reinscripción de los alumnos que no puedan pagar y con la que evidentemente trata de jalar votos. El director de Contaduría argumentó no traer los números, pero finalmente expuso que el presupuesto de la UAQ es de tres mil millones y las cuotas le significan 60 millones, por lo que evitarlas no sería un quebranto grave.
Frente a ello, las candidatas coincidieron en señalar la precariedad económica de la institución, advirtiendo que el periódico La Jornada publicó la quiebra técnica de siete universidades y a cuya lista podría agregarse la de Querétaro. En ese contexto Tere García Gasca insistió en la necesidad de otorgarle el tres por ciento del presupuesto estatal, como lo plantearon varias corrientes políticas ante la Legislatura local.
Blanca Gutiérrez Grajeda, ex directora de la Facultad de Filosofía pidió que no haya acuerdos ocultos en la elección por la rectoría, afirmó que la Universidad no es de ningún grupo político, sino patrimonio cultural de los queretanos y rechazó la idea de ponerla al servicio del negocio como si fuera una mercancía.
Entre otros temas de discusión surgieron las asignaciones de tiempos completos en los planteles. Castañeda alegó opacidad y García defendió que se entregan por méritos. Al final del debate el director de Contaduría -que prometió dignificar los baños de los planteles, sobre todo los de Bachilleres- se quejó de que en algunos medios se le quiere desprestigiar presentándolo como el candidato de Pancho Domínguez y pidió a los universitarios que le “regalen” su voto.
La elección se desarrollará este martes en las 14 unidades académicas de la UAQ. Ganará quien obtenga las dos terceras partes de los votos, 38 de 56. Está previsto que si ninguno los reuniera, habría una segunda vuelta el viernes 27, eliminando a quien tenga el tercer lugar. De ser así, la sesión definitiva se efectuaría el lunes 30.
En el debate de ayer estuvieron presentes 52 consejeros, aunque el secretario académico Irineo Torres Pacheco declaró el quórum legal con 51, sin contar a la directora de Filosofía, Margarita Espinosa Blas, que llegó tarde.
De ganar Teresa García Gasca o Blanca Gutiérrez Grajeda, la UAQ tendría su segunda rectora en 66 años de su etapa autónoma, después de Dolores Cabrera o el cuarto contador público, luego de Salvador Septién Barrón, la mencionada Dolores Cabrera Muñoz y Raúl Iturralde Olvera.
Los candidatos García, Gutiérrez o Castañeda tendrán el reto de dirigir a esta Universidad que, según coincidieron las primeras, podría ser la octava en quiebra técnica en el país, ante el desinterés de la clase política y la falta de apoyo del gobierno estatal, del que el tercero dice no ser candidato como afirman quienes pretenden desprestigiarlo.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN