QUERETALIA
EL QUERÉTARO DEPRESIVO
La depresión, amigos lectores, es el mal de finales del siglo XX y principios del XXI, por lo que daré algunos factores que la detonan en mi querido Querétaro, sin hacer menos las que a ustedes les pueden disparar este horroroso mal que no respeta edades, ni sexo, ni preferencia sexual y mucho menos clase social. El primerísimo factor es el intenso tráfico y el estrangulamiento vial a todas horas y casi en cualquier día.
El segundo es la percepción de inseguridad que se vive sobre todo en algunas colonias periféricas como la “Eduardo Loarca” y sus áreas vecinas, amén de la villa de Santa Rosa Jáuregui y la zona de Los Ángeles en Corregidora. El tercer factor lo dan en sus partidos de local los vulnerables Gallos Blancos, cuya directiva real se quedó sin liquidez por meterse en aventuras de radio y televisión y desvencijó al equipo futbolero. Como cuarto factor menciono la pobreza de 600 mil de 2 millones de habitantes en el estado de Querétaro, donde hay mucha oferta de empleo pero bajos salarios. El quinto elemento son las largas filas de espera en las clínicas y centros de salud públicas, no se diga en las administradas con recursos del llamado seguro popular (impopular digo yo).
Como quinta causa menciono a la falta de oportunidades de los jóvenes para encontrar lugar en instituciones de educación superior y su baja orientación vocacional, lo cual los lleva a dudar sobre su destino personal. La sexta causal es la escasez de oportunidades de empleo para jóvenes profesionistas que están desocupados y en el mejor de los casos subempleados, y que en caso de encontrar el ansiado empleo su futuro laboral es incierto y sin las prestaciones de seguridad social que nosotros, los viejos, tuvimos y tenemos. La séptima y muy recurrente se da en la temporada de Navidad en que la frustración por no tener dinero se levanta hasta el cielo en época de consumismo feroz. Las navidades resultan así el período más prolífico en suicidios porque la gente, la que no tiene nada, espera mucho y cualquier contratiempo te hunde. Aún los ricos se deprimen, ante la enfermedad, la falta de un amigo o la caricia y apapacho de su familia.
Ahora presentaré una lista de otros detonadores muy queretanos que te deprimen:
Fines de semana sin amor, sin futbol y los domingos en la noche, sobre todo un día antes de regresar al trabajo o al estudio; las obras públicas y privadas en época de lluvias; políticos desempleados y que no saben hacer nada más que grillar; las películas de la India María, Capulina, Clavillazo, Cantinflas, Chespirito, o los filmes doblados de los canales 5 y 7; los programas de chismes en el ambiente idiota de los dizque “artistas” (artistas Rafael, Miguel Ángel Buonarroti, Mozart, Goethe, Beethoveen, Pavarotti, Plácido Domingo, María Callas, Karajan, Leonardo da Vinci); calles y avenidas jodidas como La Luz, Xicoténcatl, Fernando Montes de Oca, Pasteur sur, Corregidora norte, Camino Real, Privada San Pablo, Revolución, Río Ayutla, calzada Belén, Bernardo Quintana norte, sobre todo en domingo por la tarde; los bares y picatas de mala muerte como El Barrio Alegre (sin don Juan Ayala Ruiz), La Asamblea, El Rincón Campirano, El Indio, Sevilla, El Siete, Baños Santa María y sobre todo en domingo tarde-noche; los hospitales y nosocomios, en especial, el servicio de urgencias en el IMSS; los velorios y los panteones municipales pero no el de Personas Ilustres de Querétaro; los taxis y autobuses destartalados y con choferes sucios y malcriados; las y los sexo servidores y los moteles y posadas donde pululan; las oficinas y reuniones de los diferentes partidos políticos; los anexos, casas de dizque rehabilitación y la domadora; la sala de cómputo del Centro Cultural Gómez Morín; la nota roja de los rotativos; los boletines de prensa oficiales; las notas políticas; la corrupción y la impunidad; las intrigas parroquiales de lavandería de los burócratas; los pendejos, ignorantes y soberbios; los músicos sin calidad; las sinfonolas ruidosas y nacas; las bodas y fiestas de graduación y XV años; las pinches “Mañanitas”; los baños de vapor con garrapatas y piojos incluidos; las golfas y golfos de antro y las beldades de cantina; los borrachos temulentos, repetitivos, disléxicos y enfadosos; los demagogos; los concursos pendejos de Televisa y TV Azteca; las telenovelas; los partidos de Pumas, Santos y Toluca; la carretera 57, sobre todo en viernes por la tarde y noche; las oficinas de policía, juzgados cívicos, juzgados, los separos de la Policía Ministerial y agencias del Ministerio Público; los libros mal escritos; el Tonaya, brandy Presidente y otras porquerías; las llamadas de extorsión; los restaurantes tercer mundistas de la presa Zimapán; las kermeses jodidas; los canales de radio y televisión con música de banda; los bailes en el Club de Leones; las plazas de la Tecnología; los sermones domingueros con micrófonos y equipos de sonido RADSON; los cantos plañideros en los templos y capillas; los hedores de las alcantarillas y de los puestos de tripas; las salas B y C de las centrales camioneras; los autos chocolate; los narradores deportivos de Televisa; los comerciales de El Braserío y Cócono Restaurante; el Canal del Congreso; el Diario de los Debates de la Legislatura Local; los discursos cenecistas y cetemistas; los teporochos de la Vieja estación del FFCC y la juventud drogándose o empedándose; la violencia familiar y las familias disfuncionales; las cuentas de Josechos y de Pegueros; las filas para la verificación vehicular; la espera para que te atiendan en las compañías de televisión por cable y Telcel; la boda de El Mico y las fiestas con ensalada de pollo con más pellejos que chícharos; las sopas de camarón Marucha; las reuniones improductivas de cronistas; los carros bíblicos del 24 de diciembre; los mariachis con trompetas y violines desafinados; los video homes; las faltas de ortografía y de dicción; los recomendados; la impuntualidad e informalidad; los gritos de El Ánimo Quiroz; las fiestas de guardar y el desfile del 1 de mayo.
Si Usted amable seguidor de este prángana cronista tiene más detonadores detectados o no está de acuerdo conmigo, yo le vendo un puerco deprimido. En la próxima entrega les diré todo lo contrario: lo que nos levanta el ánimo y cosas peores.
LAS SIRENAS DE TILACO:
Bella luce mi peregrina Alameda Hidalgo, sobre todo por las noches, con una iluminación profusa que la convierte en un espacio digno de la metrópoli. Me atreví a llamarla La Gran Manzana queretana y creo que no exageré. Regresaron los juegos infantiles y eso le da un plus a este espacio bicentenario porque es la delicia de los dueños del futuro: la niñez. En mi infancia, años sesentas, los juegos de metal de La Alameda no eran para niños sino para jóvenes inquietos, oliendo el gran cohete a puro ácido úrico, sobre todo los domingos, por eso mejor me iba a los juegos infantiles ubicados en el parque de La Bandera, el cual fue destinado a un prestigiado kínder garden, perdiéndonos los de la perrada esa hermosa alternativa.
LA CASA DE LOS PERROS:
Rector no deja rector, es una máxima histórica en la U.A.Q., siendo el único capaz de semejante hazaña don Mariano Palacios Alcocer, quien no solamente heredó la silla de Rectoría a Braulio Guerra Malo para ir a buscar el Senado sino que también, como gobernador, impulsó el ascenso natural del muy académico y honorable Jesús Pérez Hermosillo. Palacios Alcocer llegó a la Rectoría de 27 años, pasando fugazmente por la Dirección de la entonces Facultad de Leyes, pero en un principio apoyó para rector al químico Billy Herbert Álvarez, quien les pidió a sus directores seguidores que le aguantaran cuatro rondas de votación. Camacho Guzmán no iba a permitir nunca que llegara a rector el muy inteligente y radical de Mariano Amaya, por lo que hubo rector Palacios en noviembre de 1979, sin haber tenido que pedirle línea ni chiche al rudo gobernante Camacho. A éste, Palacios Alcocer lo fue a visitar hasta que fue electo rector. La única comunicación que tuvo con el Gobierno del Estado el joven Mariano Palacios Alcocer fue con el Secretario General de Gobierno, el ex rector Alberto Macedo Rivas, quien fue maestro del estudioso Mariano Palacios en la carrera y además era suegro de un marianista entrañable: Manuel Avendaño Vega.
Mi rector científico, don Gilberto Herrera Ruiz, cuenta con al menos siete facultades en favor de la muy prestigiada Tere Gasca García, pero él mismo, llegó y ganó la silla rectoral venciendo al candidato oficial. ¿Se repetirá la historia de MPA o la de todos los que infructuosamente quisieron hacerlo y no pudieron? Les vendo un puerco universitario con cebo para ver si lo pueden agarrar.