El presidente Donald Trump dijo a los líderes del Congreso que sus prioridades de inmigración deben ser aprobadas a cambio de extender el programa que aplaza la deportación de cientos de miles de migrantes jóvenes, muchos de los cuales fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
La lista de exigencias de Trump incluye cambiar el sistema de otorgamiento de tarjetas de residencia permanente, combatir el ingreso de menores que lleguen solos al país y construir un muro en la frontera sur con México.
Muchas son políticas que los legisladores demócratas han rechazado explícitamente y amenazan con frustrar las actuales negociaciones sobre un proyecto de ley que proteja a los migrantes jóvenes conocidos como “dreamers”.
Estos jóvenes quedaron amparados de la deportación y pueden trabajar legalmente en el país gracias al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), instaurado por el gobierno de Barack Obama pero al que Trump puso fin en septiembre.
En una carta dirigida a los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, difundida por la Casa Blanca el domingo, Trump dijo que las prioridades fueron producto de “una revisión de todas las políticas de inmigración” que él había ordenado “para determinar qué reformas legislativas son esenciales para la seguridad económica y nacional de Estados Unidos”.
“Estos hallazgos delinean las reformas que deben ser incluidas como parte de cualquier iniciativa que aborde la situación de los beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA)”, escribió. “Sin estas reformas, la inmigración ilegal y la migración en cadena, que constituyen una carga injusta y grave para los trabajadores y contribuyentes de Estados Unidos, continuarán indefinidamente”.
Trump anunció el mes pasado la cancelación del programa, pero dio al Congreso seis meses para que presente una enmienda legislativa antes de que los beneficiarios comiencen a perder la condición que les otorga el DACA.
El mandatario dejó entrever entonces que estaba ansioso por lograr un acuerdo al decir a los reporteros que “amo a estas personas y esperamos ahora que el Congreso tenga la capacidad de ayudarlos y hacerlo de manera adecuada”. También tuiteó que si el Congreso estaba indispuesto a efectuar una enmienda, él “reconsideraría el asunto” en seis meses.
Trump había dicho anteriormente que quería que un acuerdo sobre el DACA incluyera recursos considerables para la seguridad fronteriza y, a la larga, financiación para su muro en la frontera de Estados Unidos con México. Sin embargo, las prioridades difundidas por la Casa Blanca fueron más allá.
Estas incluyen un cambio completo al sistema de las tarjetas de residencia permanente que las otorgaría solo a cónyuges e hijos menores de edad de ciudadanos estadounidenses, y a los residentes permanentes legales como parte de los esfuerzos para poner fin a la llamada “migración en cadena”.
La Casa Blanca también dijo que pretende incrementar los cobros en los pasos fronterizos, contratar otros 10.000 agentes de inmigración, facilitar la deportación de miembros de pandillas y menores que llegaron solos, y reformar el sistema de asilo.
También busca nuevas medidas contra las “ciudades santuario” que no compartan información con las autoridades federales de inmigración, entre otras propuestas.
“Estas prioridades son esenciales para mitigar las consecuencias legales y económicas de cualquier subvención o categoría otorgada a los beneficiarios del DACA”, señaló el domingo Marc Short, director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, en una teleconferencia con la prensa. “Estamos solicitando la inclusión de estas reformas en cualquier proyecto de ley concerniente a la situación de los beneficiarios del DACA”.
Pero no queda claro si el presidente considera no negociables las prioridades planteadas o si la Casa Blanca las toma más como un punto de partida para las tratativas con los miembros del Congreso. Los funcionarios que participaron en la teleconferencia declinaron precisar si el presidente vetaría cualquier iniciativa que no incluya todas sus prioridades.
El mes pasado, Trump pareció llegar al menos a un acuerdo general sobre el DACA con la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y con el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en el cual el mandatario acordaría ampliar las protecciones del DACA a cambio de un paquete de medidas para la seguridad fronteriza.
Aunque Trump dejó claro que no iba a retirar su petición del muro fronterizo, tanto él como otro funcionario gubernamental señalaron que estarían cómodos si el financiamiento del muro se acordaba después, en un proceso legislativo por separado.
En un comunicado conjunto el domingo por la noche, Pelosi, y Schumer dijeron que la lista de propuestas de Trump “no representan intento alguno de llegar a un acuerdo”.
“El gobierno carece de seriedad para lograr un acuerdo o ayudar a los dreamers si comienza con una lista que es anatema para los dreamers, para la comunidad migrante y para la vasta mayoría de estadounidenses”, escribieron los legisladores.
“La lista incluye el muro, el cual estaba claramente fuera de discusión. Si el presidente habló en serio sobre proteger a los dreamers, su personal no ha hecho un esfuerzo de buena fe para lograrlo”, agregaron.
La representante Michelle Lujan Grisham, presidenta de la bancada hispana del Congreso, dijo que los “principios draconianos y antimigrantes” del presidente amenazaban con dañar el “progreso bipartidista y bicameral que se ha logrado para aprobar una solución legislativa que protegerá a cerca de 800.000 dreamers”.
“Es inmoral que el presidente utilice las vidas de estas jóvenes personas como moneda de cambio en su pretensión de imponer su cruel, antimigrante y antiestadounidense agenda en nuestra nación”, agregó a través de un comunicado.
Las exigencias podrían también dividir a los republicanos, de los cuales varios han propuesto iniciativas que proporcionan un mecanismo para la naturalización de los dreamers a cambio de modificaciones menos drásticas.
Doug Andres, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, dijo que el grupo de trabajo sobre inmigración de la cámara baja revisará la lista y la consultará con los miembros republicanos y con el gobierno.
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