El huracán Irma dejó al menos 10 muertos y miles de personas sin techo el jueves al destruir edificios y arrancar árboles a su paso por el norte del Caribe, en un rumbo que presagia una catástrofe para Florida.
El huracán más poderoso jamás registrado en el océano Atlántico se debilitó apenas levemente, sin bajar de la categoría 5, con vientos de 285 kilómetros por hora, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes en Miami.
Aumentan las probabilidades de que la tormenta irrumpa en el sur densamente poblado de Florida el domingo por la madrugada, por lo que el gobernador declaró el estado de emergencia y se dieron órdenes de evacuación obligatoria de partes de la zona metropolitana de Miami y los Cayos de la Florida. Los meteorólogos dijeron que después de devastar la costa atlántica de Florida podría avanzar hacia Georgia y Carolina del Sur.
“Esta podría ser fácilmente la tormenta más cara en la historia de Estados Unidos, lo que es decir mucho considerando lo que acaba de pasar hace dos semanas”, comentó Brian McNoldy, investigador de huracanes en la Universidad de Miami.
Al menos ocho personas murieron y 23 resultaron heridas en los territorios franceses de ultramar, dijo el jueves el ministro del Interior de Francia.
El número de muertos en las islas San Martín y San Bartolomé podría ser más elevado porque los equipos de rescate no terminaron de inspeccionar las islas, dijo Gerard Collomb en declaraciones a la radio gala France Info.
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