ALHAJERO
El “tapado”, según el oráculo de Peña Nieto
Enrique Peña Nieto parece estar divirtiéndose –tanto como muchos de nosotros- con la historieta del “tapado”.
En Los Pinos, según las crónicas del momento, jugó a un toma y daca con los legisladores priistas que, a gritos y entre burlas veras, le pedían dar a conocer el nombre de quien será ungido candidato del PRI a la Presidencia de la República.
La voz del Oráculo respondió: “Está entre nosotros”.
Ese “nosotros” comprendía en ese momento a los cuatro “destapados” por Emilio Gamboa hace unos días:
Al que todos los ojos ven: José Antonio Meade; a quien se considera el favorito del Presidente: Aurelio Nuño; al patito feo más querido por los priistas, Miguel Osorio Chong; y al inesperado jocker en la baraja, el doctor José Narro.
Los otros miembros del gabinete presentes en aquella de reunión con Peña, eran Enrique de la Madrid y José Calzada. Pero pocos los consideran con seriedad para la Grande.
Después de estos rejuegos, vinieron un par de entrevistas directamente con Peña, con motivo de su Quinto Informe.
En la de El Universal con David Aponte, el mexiquense perfiló varias características de quien habrá de ser el candidato del tricolor. A saber:
1.-Que sea alguien que tenga una visión clara del México que quiere construir; visión hacia dónde va el país y cómo debe caminar y avanzar para llegar a mejores condiciones.
Bajo este renglón, diríamos, cabe cualquiera de los cuatro que mencionó Gamboa y que incluyó el Presidente en su propio dicho (aunque no necesariamente nos agraden o convenzan sus visiones de país; pero digamos que las tienen).
2.-Una conducta y una trayectoria honesta, limpia, de reconocimiento y prestigio.
Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Porque de los cuatro que tenemos anotados, unos cumplen con algunas de estas características, pero no todas a la vez.
Desde nuestra perspectiva, que cumplan todos los requisitos, sólo hay dos: Meade y Narro.
¿Qué más ha delineado Peña Nieto sobre la candidatura priista?