ENCUENTRO CIUDADANO
Del Terrorismo Al Terror
La semana pasada todos los medios de comunicación registraron como nota principal, los ataques terroristas sufridos en diversas localidades españolas (aunque hubo terceros de menor magnitud en otros países), y de esta noticia los medios mexicanos no fueron la excepción. Todo mundo envió imágenes, frases o muestras de conmiseración ante el brutal ataque. “Han sido días de muchas lágrimas, pero sobre todo de mucha humanidad”, dijo el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, sobre las muestras de solidaridad al comienzo de la ceremonia religiosa, e insistió en que el pueblo no tiene miedo y quiere gozar del don de la paz. Aquí en Querétaro la profesora Marisol Reyes, señalo que “Si los discursos dividen, las acciones terroristas han unificado. En las situaciones más críticas y desesperadas, la respuesta social ha sido ejemplar por su compasión, altruismo y solidaridad. No importa si la desgracia ocurrió en las calles de Kabul o Manchester, el humanitarismo se ha manifestado, y en medio de tanta desolación hay brotes de esperanza”. Los cientos de miles de personas que rindieron homenaje a los 14 fallecidos y decenas de heridos en los atentados de Barcelona y Cambrils por todo el mundo, jamás pensaron que una tragedia infinitamente mayor se está ensañando por todo México. Porque aquí vivimos con el terror de la mano, ya que en nuestro país hay una gran experiencia en utilizar la política de la violencia y el espanto de manera cotidiana. John Ackerman advierte que el miedo y el pánico son justamente inhibidos en el mundo con democracia, paz y derecho, porque tenemos la obligación de condenar el terrorismo, independientemente de donde venga, ya sea de fundamentalistas islámicos, neonazis norteamericanos o del corrupto narco estado mexicano. Las acciones que siembran pánico y miedo entre la población no han cesado en nuestro país, sino al contrario, se han incrementado. Baste recordar como ejemplos las amenazas e intimidaciones en vísperas de las elecciones en el Estado de México. Hace un año, el 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, un comando de policías estatales y federales llegó directamente a agredir y matar a ocho personas y herir de bala a más de cien. Todo con el fin de sembrar el miedo y el pánico entre la población. Pero el terror da para más, ya que en el escaso periodo de enero a julio de 2017, en México se cuentan en 16 mil 152 las víctimas de homicidio doloso. Y a estas cifras habrá que agregar las 800 víctimas de secuestro; 3400 de extorsión; siete feminicidios al día y 30 mil desaparecidos. En promedio, en lo que va del año se han cometido más de 2 mil 300 asesinatos al mes; 76 al día; al menos 3 cada hora, lo que no da tregua para misas colectivas o tuits de compasión por esta, nuestra tragedia, que ya de si es demencial. Estas cifras que son oficiales, reflejan que el periodo enero-julio de 2017, es el lapso más violento de los últimos veinte años. Es el México de los ejecutados, es lo que se vive en las calles y se ve allá afuera, aunque no gane las primeras planas, como las víctimas allende el mar. Diez años después de que Felipe Calderón inició esa lucha contra el crimen organizado, el panorama de violencia, enfrentamiento entre cárteles, asesinatos y víctimas colaterales continúa siendo uno de los problemas que más azota el país. En 10 años la cifra real de homicidios es incalculable, ya que existe una gran cantidad de personas desaparecidas, homicidios que no son calificados como tal y otros asesinatos cometidos por el crimen organizado de los que el gobierno no tiene conocimiento. Y en éste período en Querétaro los homicidios pasaron de 111 en el primer semestre del 2014, a 274 en 2017. Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señalan que los robos se han disparado en la entidad. El diario Reforma sostiene que las averiguaciones previas abiertas por este delito pasaron de 9 mil 272 en el primer semestre del 2014 (50 cada día) a 14 mil 145 durante el primer semestre de este año (77 cada día). El robo de vehículo en Querétaro va a la alza, ya que en el periodo de enero- junio de 2016 se cometieron mil 740 robos de vehículo, mientras que en mismo periodo de 2017 se cometieron 2 mil 763: un incremento del 59%. La incidencia de robo está creciendo en el municipio de Querétaro y en general en todo el Estado. Sólo en la capital, las averiguaciones previas abiertas por robo común pasaron de 8 mil 379 en 2014, a 14 mil 575 en 2016, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Y como señala John Ackerman, en México vivimos una crisis de grandes proporciones, por lo que exigimos y demandamos la paz en nuestro territorio, donde somos los ciudadanos los que tenemos que trabajar juntos para restablecer la justicia, la democracia y el Estado de derecho.
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