La NASA señaló que muchas de las ideas más antiguas sobre las causas y los efectos de los eclipses solares totales han sido reemplazadas por explicaciones físicas detalladas.
Pese a lo anterior, algunas de estas antiguas ideas parecen resistirse a desaparecer por las explicaciones científicamente correctas. Por tal motivo, aquí enlistamos algunos de los conceptos erróneos más populares sobre los eclipses solares.
Los eclipses solares producen rayos nocivos que pueden causar ceguera.
Durante un eclipse solar total cuando la luna cubre completamente el sol, la corona brillante emite solo radiación electromagnética. Los científicos han estudiado esta radiación durante siglos, siendo un millón de veces más débiles que la luz del propio sol, por lo que es imposible que la luz coronal que pueda atravesar 150 millones de kilómetros de espacio, penetrar en nuestra densa atmósfera y causar ceguera.
Sin embargo, si se observa el sol antes de la totalidad se puede observar la brillante superficie solar, lo que puede causar daño a la retina, aunque la respuesta instintiva humana es apartar rápidamente la vista antes de que realmente haya ocurrido algún daño severo.
Las embarazadas no deben observar un eclipse porque puede dañar al bebé.
Esto está relacionado con la falsa idea de que se emiten radiaciones dañinas durante un eclipse solar total. Aunque la radiación electromagnética de la corona, vista como luz, es perfectamente segura, aunque hay otra forma de radiación que viaja a la Tierra desde el Sol.
En el interior solar, donde la fusión nuclear tiene lugar para iluminar el Sol, nacen partículas llamadas neutrinos, las cuales pasan a través del cuerpo sólido de la luna durante el eclipse y llegan a la Tierra. Este es un efecto totalmente inofensivo y no le haría daño al feto en desarrollo.
Los eclipses envenenarán cualquier alimento que se prepare durante el evento.
Este concepto está relacionado con la falsa idea de que los rayos solares son nocivos durante un eclipse solar total, por lo que se produce algún tipo de radiación que dañará los alimento, Lo cual es totalmente falso.
Los eclipses son precursores de algo muy malo a punto de suceder.
Un caso clásico de lo que los psicólogos llaman Confirmación Bias es que tendemos a recordar todas las ocasiones en que dos cosas sucedieron juntas, pero olvidamos todas las otras veces que no lo hicieron. Esto nos da una visión sesgada de causas y efectos que recordamos fácilmente, porque el cerebro humano está predispuesto a buscar y recordar patrones que pueden usarse como reglas de supervivencia.
Los eclipses solares totales no se registran a menudo, pero tienden a ser registrados cuando coinciden con otros acontecimientos históricos. Por ejemplo, en 763 A.C., los primeros registros mencionan un eclipse en el mismo pasaje como una insurrección en la ciudad de Ashur, ahora conocida como Qal’at Sherqat en Irak, lo que sugiere que los antiguos vincularon los dos hechos en sus mentes.
No hay eclipses solares totales en los polos norte o sur.
De hecho, no hay nada especial sobre estos lugares desde un punto de vista astronómico. El último eclipse solar total visto desde el área del Polo Norte fue el 20 de marzo de 2015; mientras que en el área del Polo Sur fue el 23 de noviembre de 2003.
Los eclipses solares predicen eventos que están por suceder.
Esta es una interpretación común encontrada en los pronósticos astrológicos, los cuales están basados en coincidencias y creencias no científicas en cómo los eventos celestiales controlan el comportamiento humano.
Los eclipses solares seis meses después o en un cumpleaños, son un signo de mala salud inminente.
Esta es una creencia común entre los astrólogos. No hay relación física entre un eclipse solar total y la salud, como tampoco hay una relación entre la salud y una luna nueva.
Entre una muestra aleatoria de personas, se puede encontrar tales correlaciones de vez en cuando, pero son superados en número por todas las otras ocasiones durante las cuales su salud fue excelente.