El escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht toca al gobierno mexicano en altos niveles al involucrar a Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que podría acarrear consecuencias políticas y económicas.
Lozoya, titular de Pemex de 2012 a 2016 y quien este jueves comparecerá ante la Procuraduría General de la República (PGR), habría recibido de Odebrecht sobornos por 10 millones de dólares a cambio de favorecer a la empresa en licitaciones, según el diario brasileño O Globo que cita un testimonio de Luis Alberto de Meneses Weyll, exdirector de la firma en México.
“La acusación contra Lozoya refuerza el descontento contra la administración, que está impulsado por la percepción de que la corrupción es rampante”, dijo en un reporte la firma de investigación Eurasia Group.
Según el testimonio de Weyll, en marzo de 2012, en plena campaña electoral de Peña Nieto, tuvo su primer contacto con Lozoya, quien era titular de vinculación internacional del entonces candidato.
Lozoya rechazó las imputaciones en Twitter al tacharlas de “una historia absolutamente falsa, dolosa e inexistente” y sostuvo que no conoce al ejecutivo de Odebrecht.
Pero en su testimonio Weyll detalla incluso un café de Ciudad de México en el que se encontró con Lozoya, quien habría recibido un primer pago de cuatro millones de dólares.
“Constaté que Emilio Lozoya había alcanzado una posición destacada en el PRI (Partido Revolucionario Institucional, hoy en el poder)… cuyo candidato era favorito”, Weyll dijo a procuradores, según documentos de la investigación brasileña vistos por O Globo.
“Lozoya era uno de los líderes del comité de la campaña, razón por la cual probablemente sería una persona influyente en la administración pública”, dijo.
Ahora, la oposición reclama a la procuradoría que investigue si los sobornos de Odebrecht terminaron en la campaña presidencial de Peña Nieto.
De antemano, la presidencia de México tacha eso de “absurdo, irresponsable” y sostiene que los gastos de campaña fueron auditados en su momento sin que se encontrara irregularidad alguna.